Santa Catalina Drexel; Fundadora de la Congregación de las Hermanas del Santísimo Sacramento

03 DE MARZO

Catalina de origen Griego, De casta pura. De linaje puro.

Catalina nació en Filadelfia, Pensilvania, en los Estados Unidos de América, el 26 de noviembre de 1858, fue la segunda hija de Francisco Antonio Drexel un reconocido banquero, también filántropo y Hanna Langstroth.
Sus padres le inculcaron la fugacidad de las cosas materiales; además de enseñarle la práctica por la caridad a otros. Cuando la familia hizo un viaje al Oeste de los Estados Unidos, Catalina, ya era una joven; que vio la condición y degradación de los nativos indio-americanos.

Esta experiencia cambió su forma de vivir. Fue el inicio de una vida de apoyo personal y financiero a numerosas misiones y misioneros en los Estados Unidos. La primera escuela que Catalina estableció fue en Santa Fe, Nuevo México en 1887.

Cuando visitó al Papa León XIII (trece) en Roma, le pidió la provisión de misioneros para algunas de las misiones indias que ella como una persona laica financió. Poco tiempo después tomó la decisión de su entrega total a Dios; a quien ofreció toda su herencia, a través del servicio a los indios americanos y a los afro-americanos.

El 12 de febrero de 1891, Catalina profesó sus primeros votos como religiosa. Fundó a las Hermanas del Santísimo Sacramento, orden que compartió el mensaje del Evangelio y la vida en la Eucaristía entre los indios americanos y afro-americanos.

Uno de los objetivos para la hermana Catalina y su congregación fue la fundación y el abastecimiento de personal a escuelas, a lo largo del país, que atendieron a los nativo-americanos y afro-americanos.
La hermana Catalina apoyó directamente casi 60 escuelas y misiones, sobre todo en el Oeste y Sudoeste de los Estados Unidos. Su máximo logro en el campo educativo fue la creación, en 1925, de una Universidad en Louisiana, la única institución de educación superior en los Estados Unidos destinada predominantemente a los afro-americanos católicos.
La educación religiosa, el servicio social, las visitas en los hogares, hospitales y prisiones formaron parte del ministerio de la hermana Catalina y su Congregación. En los últimos 18 años de su vida, sufrió de una grave enfermedad que la dejó casi completamente inmóvil.

Durante estos años hizo una vida de intensa adoración y contemplación tal como lo había deseado en su niñez. Santa Catalina Drexel murió el 3 de marzo de 1955; fue beatificada por San Juan Pablo II (segundo) el 20 de noviembre de 1980 y canonizada por el mismo Santo, el 1 de octubre de 2000.