San Francisco Solano - Encuentro con tu ángel

San Francisco Solano

San Francisco Solano; Presbítero Franciscano Apóstol de Perú

14 DE JULIO

Francisco. De origen germánico. Abanderado.

Francisco Sánchez Solano Jiménez nació en Montilla; España, el 10 de marzo de de 1549. Fue hijo de Mateo Sánchez Solano y Ana Jiménez. Tuvo dos hermanos Diego e Inés. Creció en un hogar cristiano y comenzó su educación con los padres de la Compañía de Jesús, los jesuitas de su ciudad.

A la edad de 20 años ingresó en a la Orden de San Francisco. Cursó Filosofía y Teología en el convento de Loreto de Sevilla. Se ordenó sacerdote en 1576. Solicitó sin éxito ser destinado como misionero al norte de África.

La muerte de su padre le hizo volver temporalmente a Montilla, donde visitó a su madre, que padecía ceguera. Sin embargo, su estancia se prolongó más de lo previsto debido a una epidemia. Auxilió a mucha gente y realizó varias curaciones inexplicables por lo que muchos acudieron en busca de su ayuda.

En 1581, el padre Francisco fue destinado como vicario y maestro de novicios al convento cordobés de la Arruzafa, donde solía visitar a los enfermos y recomendaba a los más jóvenes que tuvieran paciencia en los trabajos y adversidades. Desarrolló, al igual que Francisco de Asís, el fundador de su Orden, una relación especial con los animales.

En 1589, el rey Felipe II pidió a los franciscanos el envío de misioneros a Sudamérica. Finalmente, el padre Francisco fue el elegido para la misión de extender la religión en el continente de América.

Permaneció como misionero en Tucumán; Argentina durante 14 años. Recorrió los territorios de Tucumán hasta las pampas, el Chaco Paraguayo, Uruguay, el Río de la Plata, Santa Fe y Córdova; siempre a pie, logrando la conversión de innumerables indígenas y de muchos colonos españoles. Tuvo el don de lenguas y adquirió las de los nativos a los que fue a predicar.

La predicación del padre Francisco fue muy creativa; su voz siempre invitó a la reflexión, supo tocar muy bien el violín y la guitarra. En los sitios que visitó divirtió a sus oyentes con sus alegres canciones.

Fray Francisco llegó a Lima; Perú en 1595, fue nombrado Guardián del Convento de la Recolección. Siempre vivió de manera humilde; en su celda, sólo tuvo un camastro, una colcha, una cruz, una silla, una mesa, un candil y la Biblia junto con algunos otros libros. Fue el primero en todo y jamás ordenó una cosa que no hiciera él antes.

Considerado un sabio y prudente consejero, fue reconocido por su gran celo y caridad. A pesar de su precario estado de salud no dejó de hacer excesivas penitencias y se pasaba noches enteras en oración. Toda su solemnidad no le impidió continuar con su carácter alegre hacia los demás que mas tarde le dio el titulo del Santo de la Alegría.

Visitó constantemente a los enfermos. Predicó en todas partes: en la plaza mayor, en los talleres artesanales, en las casas de juego, en las calles, en los monasterios e incluso en los corrales de teatro, donde muchas veces se opuso a ciertos espectáculos teatrales en los que a su juicio se ofendía a Dios. Pasó en Lima los últimos años de su vida.

En octubre de 1605, se enfermó gravemente del estómago, apenas pudo salir a predicar y a visitar a los enfermos. En octubre de 1609, hubo un terremoto en la ciudad de Lima; Fray Francisco Solano salió a predicar, aunque apenas si podía tenerse en pie; era poco más que un esqueleto viviente. Finalmente murió el 14 de julio de 1610. Fue canonizado por el Papa Benedicto XIII (trece) el 27 de diciembre de 1726