San Juan Bautista de Rossi - Encuentro con tu ángel

San Juan Bautista de Rossi

San Juan Bautista de Rossi; Presbítero

23 DE MAYO

Juan, Del hebreo Dios es propicio o Dios se ha apiadado.

Juan nació en 1698, cerca de Génova, Italia. Cuando cumplió diez años, llegó a su pueblo un matrimonio con el que convivió y que notó la piedad en él. Esto los impulsó a pedir permiso a sus padres que autorizaron a la pareja la custodia; se lo llevaron a Génova y allá lo educaron.

El matrimonio con el que se fue a vivir Juan era visitado frecuentemente por los padres capuchinos porque les apoyaban con ayuda para los pobres. Estos religiosos recomendaron a Juan ante el Padre Provincial, quien hizo arreglos y lo ayudó en sus estudios en la cuidad de Roma.

En el Colegio Romano Juan se destacó como un alumno muy estudioso. Se ganó la simpatía de sus profesores y compañeros. Fue ordenado sacerdote a los 23 años. Practicó fuertemente el ayuno, dormía poco, por lo que le sobrevino una depresión nerviosa que lo dejó varios meses sin poder hacer nada.

El padre Juan se recupero, pero de ahí en adelante siempre luchó contra su mala salud. Aprendió que la mejor mortificación era aceptar los sufrimientos y trabajos de cada día, hacer bien en cada momento lo que se tiene que hacer, tener paciencia con las personas y los problemas de la vida.

Atendió a los campesinos, los niños, los ancianos, los marginados los pobres y a los más necesitados; les enseño el catecismo y los preparó para recibir los sacramentos.

Por petición del Obispo el padre Juan se dedicó a la confesión de los fieles, y allí descubrió que este era el oficio para el cual Dios lo había llamado. Desde entonces su apostolado se baso en confesar a muchos: en las cárceles, hospitales, y toda persona que deseaba cambiar.

Las conversiones que se obraron fueron admirables. Se mantuvo humilde en constante oración y listo a socorrer a todo el que le fuera posible. El 23 de mayo de 1764, San Juan Bautista de Rossi sufrió un ataque al corazón, murió a la edad de 66 años. Su pobreza fue tal que el entierro se costeó con limosna.