San Cristóbal Magallanes y Agustín Caloca Cortés; Sacerdotes mártires Mexicanos
Cristóbal, Del griego portador de Cristo.

21 DE MAYO

Agustín, Del latín de la familia de Augusto: el venerado.

Cristóbal nació en Totatiche, Jalisco, el 30 de julio de 1869. De origen humilde; sus padres fueron Rafael Magallanes Romero y María Clara Jara Sánchez. Ingresó al seminario de Guadalajara en su juventud donde se acreditó como un excelente candidato al ministerio eclesiástico.

Cristóbal se ordenó presbítero el 17 de septiembre de 1899, prestó sus servicios en la Escuela de Artes y Oficios del Espíritu Santo, en Guadalajara. Luego fue ministro y párroco de su pueblo natal.

Se distinguió por su vida de oración, penitencia y una intensa labor social. Desapegado de los bienes materiales, procuró mejorar el nivel de vida de sus paisanos. Legó a la comarca la introducción de la agricultura de riego gracias a la construcción de la presa La Candelaria.

El Padre Cristóbal atendió las vocaciones sacerdotales de esa región, estableció en su parroquia, un seminario auxiliar, hacia el año 1916. Predicó en varias misiones populares. Fundó un hospicio para huérfanos, un asilo para ancianos y dotó de capillas los ranchos de su jurisdicción.

Debido a la persecución cristera; la mañana del 21 de mayo de 1927 el padre Cristóbal fue aprehendido por un grupo de soldados del ejército federal; acusado de sedición. Desmintió los cargos presentando un artículo de su puño y letra, publicado un poco antes, donde exhortaba a sus feligreses a mantener la calma.

Compartió la prisión con su ministro, el joven Presbítero Agustín Caloca quien nació en Zacatecas el 5 de mayo de 1898 se caracterizó porque fue un sacerdote humilde en su proceder y de sana alegría.

Fue aprehendido por órdenes del general de brigada Francisco Goñi. Por su juventud se ofreció al Padre Agustín Caloca dejarlo en libertad, pero declinó la propuesta a menos que también liberaran a su maestro el padre Cristóbal Magallanes; sin embargo, la petición fue negada.

Ambos sacerdotes continuaron presos pero dos días después fueron trasladados a Momax, Zacatecas y a la mañana siguiente, sin ningún juicio, fueron fusilados en el patio de la presidencia municipal.

San Cristóbal Magallanes encabezó la causa de canonización de un grupo de sacerdotes entre los que figuró el padre Agustín Caloca y laicos martirizados durante la persecución religiosa en México, fueron beatificados por San Juan Pablo II (segundo) el 22 de noviembre de 1992, y canonizados en 2002 por el mismo Santo.