San Diego de Alcalá; Franciscano

13 DE NOVIEMBRE

Diego. De origen Griego. Derivación medieval de Santiago. Del griego instruido.
Nació el 14 de noviembre de 1400; en San Nicolás del Puerto; Sevilla, España; en el seno de una familia modesta. Sus padres le inculcaron las bases de la fe cristiana y le pusieron el nombre de Diego, por ser derivado de Santiago, patrón de España.

Desde su juventud se consagró a Dios como ermitaño en la capilla de san Nicolás de Bari, en su localidad natal. Fue dirigido espiritualmente por un sacerdote ermitaño. Cuando confirmó su voluntad de consagración a la vida religiosa, se trasladó al convento de San Francisco de la Arruzafa, en Córdoba.

Allí ingresó como hermano lego en la Orden de los Frailes Menores de la Observancia. Durante su estancia en este convento visitó numerosos pueblos de Córdoba, Sevilla y Cádiz.

En 1441 fue enviado como misionero a las Islas Canarias, al convento de Arrecife, donde trabajó de portero. Allí tuvo ocasión de ejercer la caridad con gran generosidad. Después vivió en el convento franciscano de Fuerteventura.
A la muerte del primer guardián y Vicario de la Misión de Canarias, Fray Diego fue elegido sucesor. Embarcó para la Gran Canaria, pero una tormenta le obligó a retroceder a Fuerteventura, donde, al poco tiempo, recibió la orden y regresó a España.

Acudió a Roma con ocasión de la celebración del Jubileo de 1450, y la canonización de Bernardino de Siena. Ya en la ciudad, gran número de religiosos cayeron enfermos, víctimas de una epidemia, y el amplio convento de Araceli fue convertido en enfermería. Fray Diego se ocupó de la dirección del improvisado hospital, donde permaneció durante tres meses curando a los enfermos.

De regreso a España, pasó por varios conventos, entre ellos el de Nuestra Señora de la Salceda, en Tendilla. En 1456 se trasladó al Convento de Santa María de Jesús, recién construido por Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo y en donde Fray Diego trabajó de Portero y jardinero.

Después de 7 años en dichos oficios murió, el 13 de noviembre de 1463. Su apostolado como hermano lego se vio marcado por la obediencia, la sencillez, la servicialidad sin límites y la caridad para con todos. Sus virtudes le hicieron alcanzar la santidad, formalizada con su canonización ocurrida el 10 de julio de 1588, por el Papa Sixto V (quinto). Es el patrón de los Hermanos Legos Franciscanos.