BEATA MARIA CONCEPCION CABRERA - Encuentro con tu ángel

BEATA MARIA CONCEPCION CABRERA

María de origen hebreo, ’Excelsa’, ‘elegida’, ‘la madre de Dios’.

Concepción de origen latino, «junto a alguien».

Concepción Cabrera de Armida nació el 8 de diciembre de 1862 en San Luis Potosí (México). Hija de una familia acomodada, era llamada cariñosamente “Conchita” por familiares y amigos, y creció muy unida a Jesús Eucaristía.

El 8 de noviembre de 1884 se casó con Francisco Armida García, nacido en Monterrey. Tuvieron nueve hijos.

Sus biógrafos señalan que un hecho que marcó su itinerario espiritual fue la visión que tuvo de la Cruz del Apostolado mientras oraba en la iglesia de la Compañía de Jesús en San Luis Potosí.

El 17 de septiembre de 1901 falleció su esposo. Sin embargo, lucho por sacar adelante a sus hijos, confiando en Dios y siguiendo el ejemplo de la Virgen María.

La beata fundó el Apostolado de la Cruz en 1894, las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús en 1897, la Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús en 1909 y la Fraternidad de Cristo Sacerdote en 1912.

Posteriormente conoció al Padre. Félix Rougier Olanier y emprende la tarea de dar origen a la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo en 1914, en plena persecución religiosa en México.

Fundadas las cinco Obras de la Cruz, Concepción Cabrera de Armida Conchita siguió adelante y durante el Gobierno de Plutarco Elías Calles refugió a varios sacerdotes que eran perseguidos.

Uno de ellos fue Mons. Ramón Ibarra y González, primer Arzobispo de Puebla y gran amigo de las Obras de la Cruz.

Finalmente, Concepción Cabrera de Armida murió el 3 de marzo de 1937 en Ciudad de México. En 1999 fue declarada Venerable por San Juan Pablo II.

El 8 de junio de 2018, el papa Francisco autorizó a la Congregación de la Causas de los Santos, el milagro atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios Concepción Cabrera Viuda de Armida, laica y madre de familia. Con este decreto se abre el camino para su Beatificación.

El milagro ocurrió al Señor Jorge Treviño, originario de Monterrey, Nuevo León, quien padecía esclerosis múltiple.

El sábado 4 de mayo de 1919 fue beatificada en la Basílica de Guadalupe, Concepción “Conchita” Cabrera de Armida, quien se convirtió en la primera laica mexicana en ser elevada a los altares.

La ceremonia fue presidida por el delegado del papa Francisco en el país, el cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

La beata se caracterizó por tener varias facetas en su vida, entre las que destacan ser madre, esposa, mística y escritora prolífica.