Beata Eugenia Ravasco, Fundadora del Instituto de las Hermanas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María Eugenia.

30 DE DICIEMBRE

Eugenia nació en Milán el 4 de Enero de 1845; fue la tercera, entre seis hijos del banquero genovés Francisco Mateo y de Carolina Mozzoni Frosconi. Dentro del ambiente familiar vivió tiempos cálidos, religiosos y de educación refinada.

Después de la muerte de su mamá; Eugenia permaneció en Milán al cuidado de su tía Marieta Anselmi. En 1852 se fue a vivir a Génova con su padre, y cuando este murió; ella quedó a cargo de su tío, Luis Ravasco banquero y católico que se responsabilizó del cuidado de su formación.

El 21 de junio de 1855, hizo su Primera Comunión y la Confirmación. Desde ese día se sintió atraída por el misterio de la presencia Eucarística. En su adolescencia practicó la caridad hacia los más necesitados, y para lograrlo hizo muchos sacrificios personales.

En su juventud, Eugenia recibió la consolidación de su vocación a la vida religiosa; dio clases de catecismo, colaboró como asistente con las Hijas de la Inmaculada en la Obra de San Dorotea, enseñó costura y bordado a las niñas pobres de los barrios.

Como “Dama de Caridad”, asistió a los enfermos y visitó a los pobres en sus casas; en donde descubrió la realidad de tantos niños y jovencitas abandonados, en medio de toda clase de peligros y totalmente ignorantes de las cosas de Dios.

El 6 de diciembre de 1868, a los 23 años, Eugenia fundó la Congregación religiosa de las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Inició con escuelas, la enseñanza del catecismo, las asociaciones y los oratorios. Su proyecto educativo consistió en la educación a los jóvenes y en su formación a una vida cristiana activa y abierta; proponiéndoles la santidad como meta de la vida.

En 1878, inició la Escuela Normal femenina, de donde egresaron “maestras cristianas”. De acuerdo con los Párrocos, organizó Ejercicios Espirituales, Retiros, Ceremonias religiosas y Misiones Populares.

Promovió el culto del Corazón de Jesús, de la Eucaristía, del Corazón Inmaculado de María; organizó Asociaciones para las Madres de Familia, tanto pobres como acomodadas; estas últimas ayudaron a las jóvenes necesitadas y a la provisión de las Iglesias pobres.

En 1884, Eugenia Ravasco hizo su Profesión Perpetua y con más fuerza practicó la caridad con los moribundos, encarcelados, los lejanos de la Iglesia. Vivió de fe, de oración, de sufrimiento, de abandono en la Voluntad de Dios.
Fue hasta 1882 que la Congregación religiosa de las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y de María fue aprobada por la Iglesia Diocesana; y la aprobación pontificia fue obtenida hasta 1909. Fundó algunas Casas Filiales y soñó con ir a Misiones pero esto nunca se concretizó.

Consumida por la enfermedad la hermana Eugenia Ravasco falleció en Génova a los 55 años de edad. El 1 de julio del 2000, San Juan Pablo II (segundo) reconoció la heroicidad de sus virtudes y la beatificó el 27 de abril de 2003.