Solemnidad Sagrado Corazón de Jesús
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús; “El Señor es compasivo y misericordioso”
La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, desde que se meditaba en el costado y el Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua. De ese Corazón nació la Iglesia y por ese Corazón se abrieron las puertas del Cielo.
Así el Sagrado Corazón de Jesús ha ido tomando fuerza a lo largo del tiempo como una devoción referida al corazón físico de Jesús de Nazaret, como un símbolo de amor divino. Metafóricamente, se refiere a la vida emocional y moral de Jesús, especialmente, a su amor por la humanidad.
Sin embargo, no es sino hasta los siglos XI y XII que se encuentran señales inconfundibles de alguna devoción concreta al Sagrado Corazón. Es en esta época medieval; que la devoción pasó del dominio místico al de las prácticas cristianas, se convirtió en una devoción objetiva, con oraciones previamente formuladas y ejercicios especiales cuya práctica era muy recomendada a la par que su valor era apreciado.
Los testimonios y escritos de ello son de Santa Matilde de Hackeborn, santa Gertrudis de Helfta y la beata Ángela de Foligno. Sin embargo, la fuente más importante de la devoción, en la forma en que la conocemos actualmente, es de santa Margarita María Alacoque de la Orden de la Visitación de Santa María, a quien Jesús se le apareció.
Jesús le dijo que quienes oraran con devoción al Sagrado Corazón, recibirían muchas gracias divinas. El confesor de Santa Margarita María Alacoque fue San Claudio de la Colombiere, quien, creyó en las revelaciones místicas que ella recibió y se convirtió en propagador de la devoción.
Los jesuitas extendieron la devoción por el mundo a través de los miembros de la Compañía, y los libros de los jesuitas: Juan Croisset y José de Gallifet fueron fundamentales para esta difusión.
A mediados del siglo XX, el religioso capuchino Italiano San Pío de Pietrelcina y el beato León Dehon promovieron y revivieron el concepto de la oración dirigida al Sagrado Corazón de Jesús.
El Papa Leon III (tercero) en su encíclica Annum Sacrum, concluida el 25 de mayo de 1899; dijo que la humanidad en su totalidad debía ser consagrada al Sagrado Corazón de Jesús, y declaró su consagración el 11 de junio del mismo año; convencido por unas cartas que le envió la beata María del Divino Corazón con la petición, en el nombre del propio Cristo.
El Sagrado Corazón de Jesús es representado por un corazón humano con una corona de espinas y heridas, a veces con llamas o una cruz, y simboliza el amor y el dolor de Jesucristo por los hombres. Actualmente, la Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días.
En México, León; Guanajuato se encuentra el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús; además la Catedral de Ciudad Victoria, capital del estado de Tamaulipas tiene al Sagrado Corazón como patrono. En casi todos los templos católicos de la Republica Mexicana se le dedica una capilla o un lugar especial.