Santa Virgen María, Madre de la Iglesia - Encuentro con tu ángel

Santa Virgen María, Madre de la Iglesia

La memoria de “María, Madre de la Iglesia

El Vaticano estableció la memoria a través de un Decreto de la Congregación para el Culto Divino firmado el 11 de febrero de 2018.

El documento sostiene que el Papa Francisco “consideró atentamente que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana”.

La Virgen María es la Madre de todos los hombres y especialmente de los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, desde que es Madre de Jesús por la Encarnación. Jesús mismo lo confirmó desde la Cruz antes de morir, dándonos a su Madre por madre nuestra en la persona de San Juan, y el discípulo la acogió como Madre; nosotros hemos de tener la misma actitud que el Discípulo Amado.

Por eso, la piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano. Vamos cumpliendo así la profecía de la Virgen, que dijo: «Me llamarán Bienaventurada todas las generaciones» (Lc 1,48).
María es Madre de la Iglesia porque, al ser Madre de Cristo, es también madre de los fieles y de los pastores de la Iglesia, que forman con Cristo un solo Cuerpo Místico.

Llamamos a María Mediadora y Cooperadora de la Redención porque, con su caridad maternal y su colaboración en el Sacrificio de Cristo, participó en nuestra reconciliación, que aplica a los hermanos de su Hijo todavía peregrinos con su constante y amorosa intercesión.

La Iglesia tributa a la Virgen un culto singular que empezó pronto en la Iglesia y que durará siempre, según las palabras proféticas de María: «Me llamarán bienaventurada todas las generaciones». Ese amor que los fieles tributan a María como Madre, procurando amarla como la ama el Señor Jesús, es lo que conocemos como Piedad Filial.