San Metodio - Encuentro con tu ángel

San Metodio

San Metodio de Constantinopla, Patriarca

14 DE JUNIO

Nació en Siracusa a finales del siglo octavo. Hijo de una familia de clase acomodada; fue enviado a Constantinopla en su juventud para su educación y posible ingreso en un puesto de la corte. En vez de eso, Metodio se inclinó por la vida religiosa y entró en un monasterio de Bitinia, donde fue nombrado Abad.

Durante los años 813 al 820, bajo el gobierno del emperador León V (quinto) llamado “el Armennio”; se inició por segunda vez la persecución iconoclasta, basada en la destrucción de pinturas y esculturas sagradas.

Casi todos los monjes eran aguerridos defensores de las imágenes; el Abad Metodio permaneció del lado de su orden y se distinguió por su oposición al gobierno. En el 815 el patriarca Nicéforo I (primero); fue depuesto y exiliado por su resistencia a las leyes iconoclastas.

En su lugar se impuso a Theodotus I (primero). En ese mismo año el Abad Metodio fue a Roma, aparentemente enviado por el sustituto Patriarca, para reportar la persecución iconoclasta al Papa Pascual I (primero).

Permaneció en Roma hasta que el emperador León V (quinto) fue asesinado en el 820; fue sucedido por Miguel II (segundo). Entonces el Abad Metodio regresó a Constantinopla, llevó consigo una carta en la que el Papa trataba de persuadir al emperador Miguel de que cambiara la política del gobierno y reinstaurara al Patriarca Nicéforo.

Pero el emperador Miguel II; aumentó la fiereza de la persecución. El Abad Metodio entregó la carta; exhortó al emperador a actuar de acuerdo a ella. Por esa acción fue severamente castigado con azotes. Después fue llevado a una isla, y ahí fue encarcelado en una tumba fuera de uso, donde vivió siete años.

Antes de morir en el 828 el emperador Miguel II, mitigó la persecución y proclamó una amnistía general. El Abad Metodio saco ventaja de ello, salió de prisión. Regresó a Constantinopla y retomó la defensa de las imágenes con el mismo celo de antes.

El emperador Miguel II fue sucedido por su hijo Teófilo; quien causó la última y más fiera persecución de los veneradores de imágenes. El Abad Metodio resistió directamente al emperador, fue nuevamente azotado y encarcelado. Esa misma noche escapó.

A la muerte del emperador Teófilo se mitigó la persecución. Su esposa Teodora llegó a ser regente para su hijo Miguel III. Ella fue una secreta veneradora de imágenes. Ya con el poder, empezó a restaurar imágenes, liberó a los confesores prisioneros y regresó todo a las condiciones del Segundo Concilio de Nicea celebrado en el 787.

El Abad Metodio fue hecho patriarca, ayudó a la emperadora-regente en la restauración. Convocó a un sínodo en Constantinopla en el 842. El 19 de Febrero del mismo año, las imágenes fueron regresadas a los templos en solemne procesión. San Metodio murió en Constantinopla el 14 de Junio del 846. Es mencionado en el Catalogo de santos el 14 Junio.