San Mateo Correa - Encuentro con tu ángel

San Mateo Correa

San Mateo Correa Magallanes; Presbítero y Mártir Mexicano

06 DE FEBRERO

Del hebreo Dios da u hombre de Dios. Variante de Matías

Mateo Correa Magallanes nació en Tepechitlán; Durango, México el 22 de julio de 1866. De familia de escasos recursos económicos estudió gracias a la generosidad de algunos bienhechores, inició los estudios de primaria en Jerez, Zacatecas, donde fue portero del plantel por cuatro años.

Concluyó dichos estudios en Guadalajara, Jalisco en el año de 1879. Por su buena conducta y aplicación se le concedió una beca y así fue admitido en 1881 en el Seminario Conciliar de Zacatecas; México.

Fue ordenado Presbítero el 20 de agosto de 1893; se desempeñó como capellán en diversas haciendas y parroquias. Fue nombrado párroco de Concepción del Oro donde mantuvo una estrecha amistad con la familia Pro Juárez. Le dio la primera comunión al Beato Miguel Pro; además bautizó a Humberto Pro.

Posteriormente el padre Mateo se desempeñó como párroco de Colotlán, al tiempo que estalló la Revolución Maderista de 1910. Fue perseguido por los revolucionarios y se refugió en León pero en el año de 1923 regresó a Colotlán al calmarse la revolución y siguió trabajando en diversas parroquias.

En 1923 fue vicerrector del Seminario conciliar en el mismo lugar. En 1926 llegó como párroco a Valparaíso y poco después llegaron también las fuerzas gobiernistas, al mando del general Ortiz.
Las arbitrariedades del general Ortiz causaron una revuelta en el pueblo y tuvo que huir, pero mandó el arresto del Padre Mateo. Fue conducido a Fresnillo, Zacatecas, se le recluyó en la inspección de policía y, posteriormente, en la cárcel municipal. Cuatro días después, fue remitido a Durango.

El 5 de febrero el Padre Mateo fue encarcelado en la sede del Seminario conciliar, convertida en jefatura militar. Horas más tarde compareció ante el general Ortiz, quien, le ordenó la confesión de los prisioneros que estaban en el lugar.

El Padre aceptó; pero después el General Ortiz le dijo que le tenía que decir todas las confesiones de los prisioneros a lo que el Padre Mateo se negó rotundamente y permaneció fiel al secreto de confesión.

Ante la inminente negativa, el General Ortiz ordenó la ejecución del Padre Mateo. El 6 de febrero de 1927 un grupo de soldados lo trasladó al panteón oriente. Antes de llegar, en un paraje solitario y cubierto de hierba, el Padre fue fusilado.

Fue beatificado el 22 de noviembre de 1992 y canonizado por San Juan Pablo II el 21 de mayo del 2000 junto a un grupo de 26 mártires mexicanos. En la actualidad sus reliquias se conservan en la Catedral de Durango.