San Gregorio Magno, Papa 64 - Encuentro con tu ángel

San Gregorio Magno, Papa 64

Gregorio Magno I (Primero), papa No. 64 y Doctor de la Iglesia Católica

03 DE SEPTIEMBRE

Gregorio. De origen Griego. Vigilante.

Gregorio nació en Roma en el año 540, en el seno de una familia rica patricia romana, que se convirtió al cristianismo tiempo muy atrás: su bisabuelo fue el papa Félix III (tercero), su abuelo el papa Félix IV (cuarto) y dos de sus tías paternas fueron monjas.

Gregorio destinado a una carrera secular; recibió una sólida formación intelectual. De joven, se dedicó a la política, y en el año 573 alcanzó el puesto de prefecto de Roma, la dignidad civil más grande a la que podía aspirarse.

Para entonces, siempre se inquietó sobre cómo compatibilizar las dificultades de la vida pública con su vocación religiosa; fue entonces que renunció al cargo político y se hizo monje.

Tras la muerte de su padre, en el año 575; Gregorio transformó la residencia familiar ubicada en el Monte Celio, en un monasterio bajo la advocación de san Andrés; (en este lugar actualmente se alza la iglesia de San Gregorio Magno).
El monje Gregorio trabajó con constancia en la propagación de la regla benedictina y fundó seis monasterios más. Aprovechó en ello las posesiones de su familia tanto en Roma como en Sicilia.

En el año 579 el papa Pelagio II (segundo) lo ordenó diácono y lo envió como embajador a Constantinopla, donde permaneció unos seis años. Ahí estableció muy buenas relaciones con la familia del emperador Mauricio y con miembros de las familias senatoriales italianas establecidas en la capital oriental.

En Constantinopla conoció a Leandro de Sevilla, hermano del doctor de la Iglesia Isidoro de Sevilla. Con Leandro el diacono Gregorio mantuvo una constante correspondencia epistolar. Durante esta estancia disputó con el patriarca Eutiquio de Constantinopla acerca de la corporeidad de la resurrección.

El diácono Gregorio regresó a Roma entre los años 585 y 586; pero se retiró nuevamente al monasterio. Luego solicitó permiso para la continuación de su evangelización en la isla de los anglosajones.

Cuando se enteró el pueblo de Roma de sus intenciones, se pidió al Papa no dejarlo ir. Por esta petición Gregorio ocupó el cargo de secretario del papa Pelagio II (segundo) hasta la muerte del pontífice por peste y así fue elegido por el clero y el pueblo como pontífice.

En su pontificado, Gregorio empleó los vastos dominios administrados por la Iglesia; utilizó los recursos necesarios para la provisión de alimentos en la ciudad de Roma y distribuyó limosnas a los pobres. Envío misioneros al norte de Inglaterra, este trabajo estuvo a cargo del obispo Agustín de Canterbury.

El papa Gregorio organizó las tareas litúrgicas eclesiásticas. Recopiló y contribuyó a la evolución del canto gregoriano, llamado en su honor el Antifonario de los cantos gregorianos. En el año 600 d. C. ordenó la recopilación de los escritos de los cánticos o himnos cristianos primitivos (conocidos también como Antífonas, Salmos o Himnos).

Entre sus obras conocidas están: un manual de moral y de predicación destinado a los obispos llamado “Regula pastoralis”, también el “Libro de Los Diálogos”, que narra la vida y milagros de diversos santos italianos del siglo IV y 866 cartas; además, desarrolló la doctrina del purgatorio en el año 593.

El papa Gregorio falleció el 12 de marzo del año 604. Fue declarado Doctor de la Iglesia por el pontífice Bonifacio VIII (octavo) el 20 de septiembre de 1295, aunque el título ya aparecía hacia el año 800. Es uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia occidental, junto con Jerónimo de Estridón, Agustín de Hipona y Ambrosio de Milán.