Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael - Encuentro con tu ángel

Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

San Miguel, San Gabriel y San Rafael; Arcángeles; “Te cantaremos, Señor, delante de tus ángeles”

29 DE SEPTIEMBRE

Miguel. Del hebreo Dios es justo. Nombre de un arcángel.
Gabriel. Del hebreo hombre de Dios o Fuerza de Dios.
Rafael. Del hebreo Dios ha curado. Nombre de un arcángel.

Hoy celebramos la fiesta de los tres Arcángeles que nombra la Sagrada Escritura; Miguel, Gabriel y Rafael. La palabra Arcángel proviene de dos palabras. Arc = el principal y ángel; o sea «principal entre los ángeles”. Los Arcángeles son superiores a los ángeles.

El nombre de Miguel significa: «¿Quién como Dios? O: «Nadie es como Dios». A San Miguel se le nombra tres veces en la Biblia. En el capítulo 12 del libro de Daniel dice: «Al final de los tiempos aparecerá Miguel, al gran Príncipe que defiende a los hijos del pueblo de Dios. Y entonces los muertos resucitarán. Los que hicieron el bien, para la Vida Eterna, y los que hicieron el mal, para el horror eterno».

El arcángel Miguel aparece en defensa de los intereses divinos ante la rebelión de los ángeles malos; en el capítulo 12 del libro del Apocalipsis se cuenta lo siguiente: «Hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra Satanás y los suyos, que fueron derrotados, y no hubo lugar para ellos en el cielo, y fue arrojada la Serpiente antigua, el diablo, el seductor del mundo. Ay de la tierra y del mar, porque el diablo ha bajado a vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo».

La Iglesia Católica, ha tenido una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del ángel del mal. Por su labor, se le atribuye que él es el jefe de los ejércitos celestiales.

El nombre de Gabriel significa: «Dios es mi protector». A este Arcángel se le nombra varias veces en la Biblia. Fue enviado por el Señor a diferentes misiones, anunció a la Virgen María el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y su maternidad divina.

En el evangelio de San Lucas dice: «Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, a una virgen llamada María, y llegando junto a ella, le dijo: ‘Salve María, llena de gracia, el Señor está contigo’. Ella se turbó al oír aquel saludo, pero el ángel le dijo: ‘No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios. Vas a concebir un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será Hijo del Altísimo y su Reino no tendrá fin’».

El Arcángel Gabriel también anunció al profeta Daniel el tiempo en el que iba a llegar el Redentor. Dice así el profeta Daniel: «Se me apareció Gabriel de parte de Dios y me dijo: dentro de setenta semanas de años aparecerá el Santo de los Santos».

Le dio el anunció a Zacarías del nacimiento de su hijo: Juan el Bautista. San Gabriel es el patrono de las comunicaciones y de los comunicadores, porque trajo al mundo la más bella noticia: “el Hijo de Dios se hacía hombre.”
El nombre de Rafael significa: «Medicina de Dios». Fue el arcángel enviado por Dios para quitarle la ceguera a Tobías esposo de Sara a quien también curó. Acompañó al hijo de ellos en un larguísimo y peligroso viaje.

El arcángel Rafael es considerado el acompañante fiel y portador de la salud. Es patrono de los novios y de los esposos. Le tienen también por patrono los caminantes, los marineros, los ciegos, los enfermos de peste, los farmacéuticos y los médicos.

Actualmente, se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de todo tipo que tratan este tema; se venden «angelitos» de oro, plata o cuarzo; las personas se los cuelgan al cuello y comentan su importancia y sus nombres.

Hay que tener cuidado, pues se puede caer en dar a los ángeles atribuciones que no les corresponden y elevarlos a un lugar de semidioses, convertirlos en «amuletos» que hacen caer en la idolatría, o crear confusiones entre lo que son las inspiraciones del Espíritu Santo y los consejos de los ángeles.

Es verdad que los ángeles son muy importantes en la Iglesia y en la vida de todo católico, pero son criaturas de Dios, por lo que no se les puede igualar a Dios ni adorarlos como si fueran dioses. Por esta razón, la Iglesia ha fijado dos festividades para que, al menos dos días del año, nos acordemos de los ángeles y los arcángeles, nos alegremos y agradezcamos a Dios el que nos haya asignado un ángel custodio.