Amor en el matrimonio - Encuentro con tu ángel

Amor en el matrimonio

Amor en el matrimonio

Regularmente cuando dos personas se casan, el amor es incondicional, vívido y fuerte, pero hay una tendencia a que con el tiempo ese amor se diluya. El cuidado, la dedicación, la pasión y el romanticismo que caracteriza a muchas parejas jóvenes, con el paso del tiempo es muy difícil que se siga manifestando con ese entusiasmo.

Cualquier relación que se deja de cultivar, se deteriora con el tiempo y eventualmente se volverá menos satisfactoria. Un matrimonio requiere trabajo, dedicación y con la gracia de Dios dar lo mejor de nosotros.Por ello y con motivo de que este mes está dedicado a la Sagrada Familia, hoy hablaremos del amor en el matrimonio.
Una de las razones por las que el amor se apaga, es cuando comenzamos a descubrir esas cosas de nuestra pareja que son incompatibles con nosotros y que nos molestan. La solución a esto, es aprender a encontrar razones y promesas que nos hagan permanecer casados, y descubrir todas las herramientas que Dios ha puesto a nuestro alcance para hacer de la unión familiaruna de las experiencias más bellas y disfrutables.

En encuentro con tu ángel es nuestro anhelo y oración que los matrimonios que están en problemas resuelvan sus diferencias y reencuentre el amor con sus parejas e hijos, y que aquellos que han sido restaurados por Dios crezcan más y más en amor con sus familiares, siempre tomados de la mano de Dios. Porque Él se ha comprometido a hacer esto una realidad en nuestras vidas, si le entregamos nuestro corazón,.

En Efesios 5: del 25 al 33, el Apóstol Pablo, inspirado por Dios, dice: “Maridos amad a vuestras mujeres así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó asimismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesias gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante sino que fuese santa y sin mancha.

“Así maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer asimismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida como también Cristo a la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; más yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido”.

Lo que vamos a observar en este pasaje son tres cosas: La primera es el significado del amor de un esposo. La segunda, es la manera de amar del marido y la tercera, el propósito de Dios al pedirnos esto.

Debemos observar que el pasaje dedica mucho más texto al marido que a la esposa, y no creemos que esto sea debido a que las mujeres entienden las cosas más rápido, sino que consideramos que el papel del marido y su responsabilidad en el matrimonio y la familia necesita tener mucho consejo.

Para entender lo que significa ser marido, es muy interesante saber que originalmente la palabra marido significa “El que trabaja y cultiva la tierra”. Cuando Jesús dijo en Juan 15: “Yo soy la vid verdadera y mi padre es el labrador”, en el original griego en lugar de la palabra labrador está la palabra marido. Así que en términos espirituales, marido es el que trabaja y cultiva el amor en las relaciones familiares para que estas den fruto. Y lo hombres deben ser los iniciadores a favor del ambiente amorosoen el hogar.

Cuando Dios les dice a los maridos que amen a sus mujeres les está dando una orden de tipo militar. No les está diciendo que las sometan o subyuguen, sino que salgan a conquistarlas con amor. Y además,cuando dice que lo hagan como Cristo amó a la Iglesia, les está diciendo que las amen, no con el amor natural del ser humano, sino con el amor que emana de Dios mismo. Y cuando esto es así, la mujer y los hijos no tendrá ningún problema en responder en amor también.

Dios dice que el amor verdadero es sacrificado, y nos lo demostró muriendo por nosotros en la cruz. Y tal vez nosotros estaríamos dispuestos a dar la vida por nuestra pareja y nuestros hijos, pero, ¿podríamos sacrificar nuestra reunión con nuestros amigos? o ¿dejaríamos de ver la comedia por escuchar a nuestros hijos? ¿Estamos dispuestos a morir a lo que nos gusta, para meternos en la órbita de nuestra familia, de lo que necesita, de lo que anhela, de lo que le importa?

El amor también debe ser incondicional, esto significa que lo debemos manifestar independientemente del comportamiento de nuestra familia. Es un amor irrevocable, aún cuando los demás fallen o pequen. Así nos amó Jesús, incondicionalmente. Amar no es dar lo que tenemos, sino darnos nosotros mismos. Un hogar no necesita lo tuyo, lo que necesita es a ti.

El amor genuino es un amor que santifica. Y la palabra santificar significa apartar o separar algo para un propósito determinado. Un marido que santifica a su esposa y a sus hijos es para ayudarles a crecer y a madurar para que lleguen a ser las personas que Dios planeó que fueran. Que trabaje en lo material, emocional y espiritual para este propósito. Y que se sientan las personas clave de tu vida.

El amor genuino también debe ser un amor seguro. El hombre debe ser capaz de darle seguridad a su esposa y a sus hijos de lo que ellos significan para él. Sin importar los años que tengan juntos el hombre debe darle a su mujer y a sus hijos la seguridad de que ellosson todo para él, que no existe nadie que pueda competir con la relación que tiene con ellos. Esto desarrolla en la familia una sensación de bienestar incomparable.

El amor genuino también debe ser un amor estable. Que durante todos los años que un matrimonio esté unido, ambos integrantes deberán procurar entretejer sus afectos e intereses, como el primer día que se enamoraron, es un amor continuo que debe crecer a lo largo de los años, invirtiendo en su relación todo su esfuerzo para generar estabilidad y madurez. Esto es un proceso constante de redescubrir la preciosa relación que dios les ha confiado.

El amor genuino en la familia tiene la misión de ser la ilustración de la verdad espiritual más importante de todas. A través de la familia Dios quiere darle a conocer al mundo lo que significa que una persona sea transformada. Porque es el matrimonio la unión de dos solteros con proyectos e intereses diferentes que se unen en un proyecto común. Es como cuando un hombre que vivía alejado de Dios con su propio proyecto de vida, decide abandonarlo para formar un proyecto con Dios.

No hay mejor forma de ilustrar lo que Dios puede hacer en una persona que usando un buen matrimonio como ejemplo. Un buen matrimonio hace visible tanto la redención como la conversión. Realmente el matrimonio nos cambia, y la redención también. Si dos católicos en el matrimonio no se pueden humillar a sí mismos para resolver sus conflictos, o no pueden perdonar sus ofensas, o no pueden llegar a acuerdos, cómo van mostrarle al mundo el mensaje de amor que Dios tiene para todas las personas. Un buen matrimonio es un buen testimonio un mal matrimonio es una fuente de confusión.

¿Y usted querido radioescucha, qué nos puede comentar al respecto? ¿Es su familia un ejemplo de amor? ¿Está pasando por dificultades que han deteriorado esta relación amorosa? ¿Qué les recomendaría a los jóvenes que piensan casarse y formar una familia? Llámenos y platique con nosotros sobre el amor en familia.