Exaltación de la Santa Cruz - Encuentro con tu ángel

Exaltación de la Santa Cruz

Exaltación de la Santa Cruz

14 DE SEPTIEMBRE

Hoy celebramos la fiesta de la Exaltación de la Cruz. Esta festividad tiene su origen en Jerusalén en los primeros siglos del Cristianismo en que, por intervención de Santa Elena, se encontró la Cruz de Jesucristo, que estaba perdida.

Tiempo después, a principios del siglo VII, los persas saquearon Jerusalén, destruyeron muchas basílicas y se apoderaron de la Cruz. Pocos años más tarde el emperador Heraclio la recuperó.

El sentido litúrgico de esta festividad gira en el misterio de Cristo crucificado que está íntimamente unido al misterio de la encarnación del Verbo, siendo una prolongación del mismo, que nos invita a la reflexión, y meditación de este misterio de amor , extrayendo de esta contemplación: luz, fuerza y vida.

Jesús no inventó la Cruz: la encontró en su camino, como todo hombre. La novedad es que Él, puso en la Cruz un germen de amor. Así; la Cruz se convirtió en el camino que lleva a la vida, en mensaje de amor. ¡Es la Cruz de Jesús!.

La Cruz es fruto de la libertad y amor de Jesús; que la quiso para mostrarnos su amor y su solidaridad con el dolor humano; para compartir nuestro dolor y hacerlo redentor.

En el caminar de la Iglesia San Pablo enseñó a sus discípulos que la Cruz es siempre breve y llevadera. Se presenta en nuestra vida de diferentes maneras: enfermedad, pobreza, cansancio, dolor, desprecio, soledad.

La iglesia hoy nos invita a revisar cual es nuestra disposición ante esa Cruz que se muestra a veces difícil y dura, pero que si la llevamos con amor, se convierte en una fuente de Vida y de alegría.

Desde niños hemos aprendido a hacer la señal de la Cruz en la frente, en los labios y en el corazón, como un signo externo de nuestra profesión de fe. Muchos cristianos llevamos una Cruz colgada en el pecho. La Cruz de Jesús está en los altares, y en el exterior, en la parte más alta de las Iglesias.

Debemos exaltar a la Cruz como ese instrumento para levantar a los caídos, la salud del alma y del cuerpo, la destrucción del pecado, y el árbol de la vida eterna. Sin la cruz, Cristo no hubiera derrotado a la muerte, ni despojado el lugar de los muertos.

La cruz es llamada también gloria y exaltación de Cristo. El mismo Cristo nos enseña que la cruz es su gloria, cuando dice: “Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él, y pronto lo glorificará”.

En otro pasaje bíblico se narra que Jesús dice: “Padre, glorifícame con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese”. Y en otro pasaje dice: “Padre, glorifica tu nombre”. Entonces vino una voz del cielo: “Lo he glorificado y volveré a glorificarlo”, palabras que se referían a la gloria que había de conseguir en la cruz.

Cristo también nos enseña que la cruz es su exaltación, cuando dice: “Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí”. Disfrutemos pues de esta festividad que nos invita a reflexionar que la cruz es la gloria y exaltación de Cristo.