La visitación de la Virgen María - Encuentro con tu ángel

La visitación de la Virgen María

La visitación de la Virgen María

Hoy, con motivo del festejo de la visitación de la Virgen María, y del cierre del mes mariano, en Encuentro con tu ángel, hablaremos de los orígenes de esta festividad y de su contexto bíblico.

Visitación es el término con el que se designa en el cristianismo a la visita realizada por la Virgen María, embarazada de Jesús, a su prima Isabel, embarazada a su vez de Juan el Bautista. Se trata de un pasaje único del Evangelio de Lucas capítulo 1, versículos del 39 al 56.

El pasaje contiene expresiones muy apreciadas por la iglesia católica. Entre ellas se cuentan las palabras de Isabel incluidas hoy en el «Ave María», oración mariana por excelencia del catolicismo, y la respuesta de la virgen María a modo de cántico, conocida como el «Magníficat».

El Evangelio de Lucas refiere que la virgen María, luego de la Anunciación, fue «con prontitud» a una ciudad de Judá situada en la región montañosa, a unos 6 kilómetros al oeste de Jerusalén.

En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».

La finalidad de la visita de la virgen María habría sido para asistir a Isabel en su embarazo ya que ella era de avanzada edad y, al mismo tiempo, recibir consejo de una mujer con mayor experiencia. La traducción del texto griego puede significar «con prontitud», «con prisa», pero también «muy solícitamente». De allí que se suele interpretar la actitud de la Virgen María como un ejemplo de servicio y entrega a los demás.

La fiesta de la Visitación se celebra el 31 de mayo. Hasta la reforma actual del Calendario Romano (decretada por Juan Pablo VI el 14 de febrero de 1969), se celebraba el 2 de julio y en muchas localidades donde es su fiesta patronal se sigue celebrando en su antigua fecha. Pero como esa fecha es posterior a la del nacimiento de Juan el Bautista, decretada el 24 de junio, en la reforma del calendario tras el Concilio Vaticano II se trasladó al 31 de mayo, con lo que también supone el cierre del mes de mayo, que la Iglesia tradicionalmente dedica a la virgen María.

En sus orígenes, la fiesta fue introducida en 1263 por San Buenaventura, general de la Orden Franciscana, específicamente para su congregación. Con el crecimiento de ésta también la fiesta se fue divulgando y el Papa Pío V la introdujo en el calendario de la Iglesia universal.

Como otras muchas escenas de la vida de la virgen María, abundan las representaciones en el arte a lo largo de la historia, por lo general mostrando el encuentro de las dos mujeres solas y en algunos casos acompañadas de familiares. En ocasiones se añaden unos escritos con las primeras palabras del magnificat.

Y esto fue un breve comentario de los orígenes de la fiesta de la Visitación de María a su prima Isabel, así como su fundamento bíblico.