San Juan Crisóstomo; Obispo de Constantinopla, Doctor de la Iglesia y Patrono de los Predicadores

13 DE SEPTIEMBRE

Juan. Del hebreo Dios es propicio o Dios se ha apiadado.

Juan nació en Antioquía; Siria, en el año 347. Su padre se llamó Secundo y fue un alto oficial del ejército sirio; que murió poco tiempo después del nacimiento de Juan por lo que su hermana mayor y él quedaron a cargo de su madre de nombre Antusa, quien les inculcó las bases del Cristianismo.

Juan fue bautizado en el año 370, a la edad de 23 años y fue nombrado lector; una de las órdenes menores de la Iglesia. Comenzó estudios con el filósofo Andragatio y continuó con Libanio, un famoso orador y partidario del paganismo romano.

Libanio quedó maravillado con la elocuencia de Juan y supuso para él una brillante carrera como estadista o legislador; sin embargo Juan siempre se inclinó hacia la vida religiosa.

Conoció al Obispo Meletio, y a partir de ahí comenzó sus estudios en Teología. Practico en sobremanera el ayuno, la oración y el sacrificio. Poco a poco se inclinó a la vida de ermitaño.

Alrededor del año 375 su salud se quebrantó por las excesivas vigilias y ayunos; que obligaron su regreso a Antioquía, donde retomó su actividad como lector. En el 381, fue ordenado diácono por el Obispo Meletio y en el 386 ordenado sacerdote por el Obispo Flaviano I (primero) de Antioquía.

Su principal tarea durante doce años consistió en la predicación. El Padre Juan adquirió gran popularidad por su elocuencia. Hizo varios comentarios sobre los pasajes bíblicos y la exposición de enseñanzas morales, muchas de ellas recopiladas en sus Homilías.

Con el transcurso del tiempo, se convirtió en el sucesor del Obispo Flaviano I (primero). Durante su misión como Obispo, mostró gran preocupación por las necesidades espirituales y materiales de los pobres. También se pronunció en contra de los abusos de los poderosos y de la propiedad personal.

La interpretación directa de las Escrituras condujo al Obispo Juan en su predicación a la selección de temas eminentemente sociales que explicaban el concepto de la vida cristiana.

El 27 de septiembre del 397, fue instituido en contra de su voluntad como metropolitano de Constantinopla, por lo que; dejó la ciudad de Antioquía, en donde fue tan querido por el pueblo.

Así; quedó instituido como metropolitano el 26 de febrero del 398 por Teófilo, patriarca de Alejandría. En la capital del imperio de Oriente el metropolitano Juan emprendió inmediatamente una actividad pastoral y organizativa.

Inició la evangelización en los campos, fundó hospitales, hizo procesiones antiarrianas bajo la protección de la policía imperial, dio sermones en los que reprochó los vicios, e hizo severas exhortaciones a los monjes perezosos y a los eclesiásticos amantes de la riqueza.

Por todo ello el metropolitano Juan se vio rodeado de infinidad de intrigas que le valieron el destierro en dos ocasiones de Alejandría. Finalmente durante un viaje que realizó el 14 de septiembre del 404, murió. Después de tres siglos de su muerte le fue impuesto por los bizantinos el sobrenombre de Crisóstomo es decir: “Boca de oro”.

De los numerosos escritos de San Juan Crisóstomo se recuerda un pequeño volumen Sobre el Sacerdocio, que es una obra clásica de la espiritualidad sacerdotal. Es considerado por la Iglesia católica uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia del Oriente.