San Paulino de Nola; Obispo y Confesor

22 DE JUNIO

Paulino, del latín pequeño u hombre de humildad.

Paulino nació en el 353 en Burdeos, Francia; de familia rica y acomodada. Tuvo como maestros a los más famosos literatos de su época. Recibió el bautismo de su amigo San Delfín, obispo de Burdeos.

Fue reconocido como abogado con importantes cargos públicos en el Imperio Romano, por lo que viajó mucho. Todos lo admiraron por su educación y su trato. Se retiró a España donde se casó con una joven llamada Teresa.

Tras la muerte de su único hijo cuando este tenía ocho días de nacido, el matrimonio decidió repartir sus riquezas entre los pobres y vivir como hermanos. En Milán se hizo amigo de San Ambrosio y San Agustín. Mantuvo correspondencia con San Jerónimo.

En Navidad del año 393, el pueblo pidió al Obispo de Barcelona la ordenación al sacerdocio de Paulino, quien se fue a vivir a Nola, Italia. Allí junto a la tumba de San Félix construyó su casa donde vivió austeramente en oración y a la ayuda de los pobres.

En el 409, al morir el obispo de Nola, el pueblo aclamó al presbítero Paulino como Obispo. En ese apostolado sostuvo una extensa evangelización por correo. En el año 410 Nola fue invadida por los vándalos del rey Gensérico. Se llevaron a muchos esclavos, entre ellos al hijo único de una pobre viuda.

El Obispo Paulino se ofreció de esclavo en lugar de aquel joven. Pero aquellos invasores tuvieron un cambio de corazón y devolvieron libres al joven, al Obispo y a muchos prisioneros más.

El Obispo Paulino fue un pastor ejemplar por 21 años hasta su muerte que sucedió el 22 de Junio del 431; tenía 74 años de edad. Fue sepultado en la iglesia de San Félix. Posteriormente su cuerpo fue trasladado a Roma donde es venerado en la Iglesia de San Bartolomé, en la isla del Tiber. De él se conservan 50 cartas y bellas poesías.