San Ignacio de Loyola - Encuentro con tu ángel

San Ignacio de Loyola

San Ignacio de Loyola, Fundador de la Compañía de Jesús

31 DE JULIO

Ignacio. Del latín ardiente o fuego.

Nació y fue bautizado como Iñigo en 1491, en el Castillo de Loyola, España. De padres nobles, fue el más chico de ocho hijos. Quedó huérfano y fue educado en la Corte de la nobleza española, donde le instruyeron en los buenos modales y en la fortaleza de espíritu.

Iñigo fue militar. En una batalla cuando tenía 31 años de edad, cayó herido de ambas piernas por una bala de cañón. Fue trasladado a Loyola para su curación; soportó valientemente las operaciones y el dolor. Estuvo a punto de morir y perdió una pierna.

Durante su recuperación, leyó dos libros que fueron: Vida de Cristo y Vidas de los Santos; le gustaron tanto que pasó días enteros leyéndolos sin parar. Se replanteó toda su vida y criticó su pasado como soldado.

Entonces nació su deseo de la imitación de las hazañas de los Santos y de estar al servicio de Cristo. Este deseo creció aun mas por una visión que tuvo de la Virgen con el Niño Jesús; que provocó su definitiva conversión a la vida religiosa.

El 25 de marzo de 1522 se hospedó en Barcelona en el Monasterio de Montserrat de los Benedictinos. Ahí tomo el hábito y el nombre de Ignacio, llevó una vida de oración y de penitencia.

Tuvo un período de aridez; en ese tiempo, escribió sus primeras experiencias espirituales. Éstas le sirvieron para su famoso libro sobre “Ejercicios Espirituales”. Finalmente, salió de esa experiencia de sequedad interior y pasó al profundo goce espiritual, que lo llevo a ser un gran místico.

Llegó a Tierra Santa a los 33 años de edad y a su regreso a España, inició sus estudios. Se dio cuenta que, para ayudar a las almas, eran necesarios los estudios. Convirtió a muchos pecadores.

Fue encarcelado dos veces por su predica del Evangelio, pero en ambas ocasiones recuperó su libertad. Consideró la prisión y el sufrimiento como pruebas que Dios le mandó para su purificación y santificación.

En febrero de 1528 entró en la Universidad de París, donde permaneció por más de siete años, allí aumentó su educación teológica y literaria; trató de despertar el interés de los estudiantes en sus ejercicios espirituales.

Para 1534, tuvo seis seguidores: Francisco Javier, Pedro Fabro, Alfonso Salmerón, Diego Laínez, Nicolás Bobadilla y Simón Rodrigues (portugués). El día 15 de agosto de 1534 todos ellos consagraron su vida y servicio al Señor; así surgió la “Sociedad de Jesús”, que luego fue llamada la “Compañía de Jesús”.

El Papa Pablo III (tercero) dio la aprobación a la Compañía, el 27 de septiembre de 1540 y les permitió su consagración sacerdotal. Fueron ordenados en Venecia por el Obispo de Arbe el 24 de junio. El Padre Ignacio celebró su primera misa en una noche de Navidad.

La Compañía de Jesús tuvo un papel muy importante en los efectos de la Reforma religiosa encabezada por el protestante Martín Lutero; ya que la Orden con su esfuerzo y predicación, recuperó muchas almas para la Iglesia Católica de Cristo.

El padre Ignacio pasó el resto de su vida en Roma, dirigió la congregación de manera única; se dedicó a la educación de la juventud y del clero, fundó colegios, universidades, todas de muy alta calidad académica.

Toda su felicidad consistió en su trabajo por Dios y sufrir por su causa. El espíritu “militar” de él y de la “Compañía de Jesús” se reflejó en su voto de obediencia al Papa, máximo jefe de los jesuitas.

San Ignacio murió repentinamente, el 31 de julio de 1556. Fue beatificado el 27 de julio de 1609 por el Pontífice Pablo V (quinto), y fue canonizado en 1622 por el Papa Gregorio XV (quince). Su libro de “Ejercicios Espirituales” se sigue utilizando en la actualidad por diferentes agrupaciones religiosas.