San Francisco de Asís
San Francisco de Asís ó Pobrecillo de Asís; Fundador de la Orden de los Frailes Menores, conocidos como los Franciscanos
04 DE OCTUBRE
Francisco. De origen germánico. Abanderado.
Nació en Asís; Italia el 5 de julio de 1182. Fue bautizado con el nombre de Juan. Sus padres fueron Pedro Bernardone dedicado al comercio de telas y su madre fue Donna Pica proveniente de una familia noble. Tuvieron dos hijos Juan y Angel.
Por el trabajo, el padre viajó constantemente a Francia a las ferias locales; fue la afición a esta tierra, que lo inspiró a llamar a Juan como Francisco o el francesito; pero también se le conoció más adelante con ese nombre por su afición a la lengua francesa y los cantos de los Trovadores. Dentro de sus metas, quiso sobresalir y ser exitoso.
Recibió la educación regular de la época, en la que aprendió latín. De joven se caracterizó por su vida despreocupada, no se interesó ni por los negocios de su padre ni por los estudios. No medía sus gastos cuando andaba en compañía de sus amigos, pero curiosamente siempre se preocupó por el más pobre al que socorrió con limosnas.
En noviembre de 1202, hubo pleitos y discordia entre las ciudades de Perugia y Asís. Francisco fue hecho prisionero; estuvo cautivo por lo menos un año. Cuando recobró la libertad cayó gravemente enfermo; esto lo fortaleció y lo llevó a una gran madurez espiritual.
Cuando se recuperó, ingresó al ejército. Se compró una costosa armadura y un manto que después regaló a un caballero mal vestido y pobre. Se salió del ejército y se dedicó a la oración. Inició muestras de una conducta de desapego a lo terrenal. El punto culminante de su transformación se dio cuando convivió con los leprosos.
Tuvo una revelación en la Iglesia San Damián en la que Jesús crucificado le dijo: “Francisco, vete y repara mi iglesia, que se está cayendo en ruinas.” Entonces vendió su caballo y las mercancías de su padre, regresó a San Damián con lo ganado y se lo ofreció al sacerdote, pero este lo rechazó.
Su padre, se dio cuenta de su conducta, y enojado lo buscó; pero Francisco estaba escondido y no lo halló. Un mes después fue él mismo el que encaró a su padre; quien lo reprendió severamente, lo encadenó y lo encerró en un calabozo; pero su madre lo liberó.
Se dedicó después a la reconstrucción de la capilla de San Damián y no se sabe con certeza cuántas iglesias en ruinas o deterioradas reconstruyó. El 24 de febrero de 1208 recibió la revelación definitiva de su misión y cambió su afán de reconstruir las iglesias por la vida austera y la prédica del Evangelio.
Fundó la Orden Franciscana y una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas, ambas surgidas bajo la autoridad de la Iglesia Católica en la Edad Media. Bajo la pobreza que Francisco predicó y pidió, los frailes hicieron sus labores diarias en la atención a leprosos, se emplearon en faenas humildes para los monasterios y casas particulares, además trabajaron para granjeros.
Pero las necesidades cotidianas hicieron la colecta de limosna inevitable, labor que Francisco alentó con alegría por su elección al camino de la pobreza. Comenzó también la expansión del mensaje evangélico, y para ello estimuló a sus compañeros a viajes acompañados de dos en dos.
Antes de 1215 el número de frailes se había incrementado, no sólo en Italia sino en el sur de Francia y en los reinos de España. La oración ocupó un lugar central en la vida de Francisco, buscó la vida eremítica, el silencio y soledad interior. Siempre reforzó sus plegarias bajo el ayuno y la penitencia.
El 14 de septiembre de 1224 recibió los estigmas de Cristo Crucificado en Alvernia a unos 160 kilómetros de Asís; desde entonces se le vio con las manos metidas entre las mangas del hábito, con los pies cubiertos por medias y zapatos.
En el verano de 1225 compuso el Cántico del Hermano Sol. Poco después se fue a Porciúncula donde pasó sus últimos días. Murió el 3 de octubre de 1226 a los 44 años de edad. Dejo tras de sí varios escritos de su experiencia enriquecedora en el amor de Cristo. Fue canonizado por la Iglesia Católica en 1228, y su festividad se celebra el 4 de octubre.