San Áquila y Santa Priscila - Encuentro con tu ángel

San Áquila y Santa Priscila

San Áquila y Santa Priscila, Esposos mártires

08 DE JULIO

Áquila. De origen romano, Águila
Priscila. Del latín viejo, venerable.

Lo poco que se sabe sobre Áquila y Priscila procede de la Sagrada Escritura. Ambos eran discípulos de San Pablo. Como su maestro, viajaron mucho y cambiaron con frecuencia de lugar de residencia.

La fuente que habla de ellos esta en el libro contenido en las Sagradas escrituras llamado: Hechos de los Apóstoles, que dice que se fueron de Italia, porque el emperador Claudio había publicado un decreto por el que prohibía a los judíos habitar en Roma.

Áquila fue judío originario del Ponto. Al salir de Italia, se estableció en Corinto con su esposa, Priscila. San Pablo fue a visitarlos al llegar de Atenas. Al ver que Áquila era, como él, fabricante de tiendas; porque todos los rabinos judíos tenían un oficio, decidió vivir con ellos durante su estancia en Corinto.

Áquila y Priscila acompañaron a San Pablo a Éfeso; ahí se quedaron, en tanto que el Apóstol proseguía su viaje. Durante la ausencia de San Pablo, instruyeron a Apolo, un judío de Alejandría «muy versado en las Escrituras», que había oído hablar del Señor a unos discípulos de Juan el Bautista.

Durante su tercer viaje a Éfeso, San Pablo se alojó en casa de Áquila y Priscila, donde estableció una iglesia. El Apóstol escribe: «Saluda a Priscila y Áquila y a la iglesia de su casa.»

Además añadió unas palabras de gratitud por todo lo que habían hecho: «Mis colaboradores en Jesucristo, que expusieron la vida por salvarme. Gracias les sean dadas, no sólo de mi parte, sino de parte de todas las iglesias de los gentiles.»

Estas palabras se encuentran en la epístola de San Pablo a los romanos, lo cual prueba que Áquila y Priscila habían vuelto a Roma y tenían también ahí una iglesia en su casa. Pero pronto volvieron a Éfeso, pues San Pablo les envió saludos en su carta a Timoteo.

El Catalogo de Santos romanos afirma que murieron en Asia Menor, pero, según la tradición, San Áquila y Santa Priscila fueron martirizados en Roma. Se les recuerda el 8 de julio.