Mujeres que trabajan - Encuentro con tu ángel

Mujeres que trabajan

Madres que trabajan

En encuentro con tu ángel estamos convencidos de que es en la familia donde se aprenden los verdaderos valores que hacen de los hijos personas de bien, útiles para la sociedad.

También hemos visto cuál es el papel que Dios le ha dado al hombre y a la mujer que deciden unirse en matrimonio para construir un proyecto familiar: El hombre como cabeza de familia, quien se encarga de llevar el sustento al hogar, y la mujer como responsable de la casa y el cuidado de los hijos. Sin embargo, debido al encarecimiento de la vida, al crecimiento en el índice de divorcios y a otros factores sociales, la mujer ha tenido que salir también a buscar el sustento de su familia, dejando un hueco muy sensible en la construcción del hogar diseñado por Dios. Por todo ello, hoy hablaremos de las madres que trabajan.

Antes de comenzar propiamente con el tema de las madres que trabajan, queremos reconocer a todas aquellas mujeres, amas de casa y madres, que por necesidad realizan la doble labor de sacar adelante su hogar en lo económico y armónico, realizando una tarea verdaderamente titánica para llevar a cabo esta dos actividades, para apoyar a su marido, o que en ausencia de él toman el papel de padre y madre, y dan su vida para alimentar a sus hijos y darles escuela y un ejemplo de trabajo y dedicación.

Seguramente, muchas mujeres hoy en día, consideran un insulto pensar que el papel de una madre es dedicarse únicamente al hogar y los hijos, más aún aquellas que han estudiado alguna carrera técnica o universitaria, para dedicarse a lavar, planchar, barrer, cocinar y cuidar niñossin ningún sueldo ni reconocimiento por parte de su familia.

Pero seguramente también pueden entender que ahora, con tanto riesgo que hay para los hijos de engancharse con drogas, alcoholismo e inmoralidad sexual, si no hay una vigilancia y cuidado por parte de los padres en la infancia y adolescencia, el papel de las mamás como constructoras del hogar se hace más indispensable y crítico.

Recuerda, además, que si tú eres una ama de casa con una profesión académica, podrás darles a tus hijos un testimonio de superación y de lo necesario que es estudiar y prepararse, los podrás auxiliar en su preparación académica en todos los niveles de educación, y podrás en el futuro ejercer la tuya cuando ellos ya tengan la madurez de guiarse solos.

Una mujer debe entender que la función del ama de casa en el hogar es tremendamente valorada y apreciada por Dios.La instrucción que la Biblia nos presenta en cuanto a las funciones que una mujer puede desarrollar, la podemos encontrar en la Carta que el Apóstol Pablo le escribe a su colaborador Tito, en el capítulo 2, versículo 2. Hablando de las mujeres, le dice: Que sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien, que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

Esto no significa para las mamás que el hogar deba convertirse en su prisión, o en un trabajo de 24 horas por 24, simplemente significa que el hogar debe ser la prioridad de la mujer. El enfoque del diseño de Dios es que la mujer esté dedicada con devoción a su hogar. Que el enfoque de la esposa esté enfocado a trabajar construyendo su hogar y que ponga su vida por delante en ese proyecto.
Una guía muy clara de lo que la mamá puede hacer fuera de su hogar, depende de la edad de sus hijos y de la necesidad económica de su hogar. Dependiendo de las diferentes etapas de la vida familiar, ella puede analizar si puede tomar una tarea extra o no la debe tomar.

Para que un matrimonio tenga buenos cimientos, el hombre y la mujer deben estar dispuestos a poner todo lo que está de su parte para conseguirlo: a trabajar en los detalles, en los problemas, en las diferencias, y aprender verdaderamente a meter el corazón adentro del hogar.

El hogar debería ser el lugar donde tuvieran que estar todos nuestros afectos, nuestros anhelos y nuestros mejores recuerdos; y que todos los niños y jóvenes hoy merecen un hogar con estabilidad emocional, para que ellos cuando sean adultos tengan la idea clara de replicar la seguridad que tuvieronen su infancia y juventud en un hogar estable.

Aunque sabemos que esto no es siempre el caso, porque hay muchas situaciones que pueden afectar esta estabilidad y hasta destruir por completo las familias. Por eso es muy importante que te preguntes dónde está tu corazón como esposa. Si realmente tu corazón está metido en tu hogar, o si ledas más importancia a las cosas materiales o personales, que a las relaciones interfamiliares. Y que si con tus decisiones estás logrando acercar los corazones de tu esposo e hijos los unos hacia los otros y para con Dios.
Dios dice en Proverbios 31: “La mujer sabia edifica su casa, más la necia con sus manos la derriba”. Dios quiere que las mamásmanifiesten la sabiduría divina, y sabe del valioso papel que ellas juegan en la construcción de un hogar, esto es tremendamente valioso ante los ojos de Dios.

Todos debemos reconocer que a lo largo de la historia la mujer ha sufrido de maltrato y discriminación por parte del hombre, que ha generado un movimiento feminista muy radical que ha deteriorado el plan original que Dios tiene para el hogar. Pero debemos aclarar que no nos estamos refiriendo a este movimiento de las mujeres, totalmentevalido, que busca superarse y acceder de manera igualitaria a los derechos del hombre. Sino que nos referimos a ese movimiento lleno de resentimiento al sexo opuesto que deterioró el tejido del matrimonio y disparó la tasa de divorcio a niveles alarmantes.

La tasa de divorcio que ha crecido desmesuradamente en nuestro país ha deteriorado el tejido sano de las familias. La familia tradicional formada por el papá que sale a trabajar para traer el sustento económico y la mamá que se queda a cuidar el hogar, a hacer que funcione y a cuidar a sus hijos, ya solo forma el 10% de las familias en nuestros días.

Esto significa para nosotros los católicos, que tenemos una increíble oportunidad de hacer brillar el ideal de la familia de Dios en nuestra sociedad. Podemos poner a trabajar este modelo en nuestras familias, en nuestros hogares, y en nuestra vida. Reconocer y alentar el esfuerzo que hacen las madres en nuestra casa y todo el tiempo que han invertido en nosotros.

Una mujer virtuosa, como Dios la llama en su Palabra, considera los caminos de su casa. Se da cuenta que la verdadera realización vendrá del esfuerzo absoluto y supremo de dar todo lo que ella es y todo lo que ella tiene en el hogar. No cabe duda que la familia requiere de duro trabajo, pero pocas misiones traen más satisfacción que un hogar que Dios puede bendecir, vale la pena trabajar por tu hogar, vale la pena luchar por tu matrimonio. Hay un Dios todopoderoso que se quiere involucrar en todo lo que somos.

Si inviertes tu vida en tu hogar, en tu marido y en tus hijos; si inviertes la primera mitad de tu vida en tu familia, en la segunda mitad verás la recompensa. Quizá tus hijos y marido no lo aprecien al momento, pero Dios sí, y vendrán los días de la recompensa. Y verás que la bendición de Dios esta es la mejor recompensa.

Y esto es sólo un breve bosquejo del papel de las madres en el hogar y en especial de aquellas que además trabajan. Pero seguramente usted querida radioescucha tiene su propia experiencia que le pedimos que nos comparta, ¿Usted trabaja para apoyar económicamente su hogar? ¿Qué obstáculos ha tenido que enfrentar para llevar a cabo esta doble labor? ¿Cómo ha podido multiplicar sus fuerzas para guiar su casa si tiene que estar mucho tiempo fuera de ella? Llámenos y comparta con nosotros el tema de: La mujer que trabaja.