La Eucaristía y el Espíritu Santo - Encuentro con tu ángel

La Eucaristía y el Espíritu Santo

La Eucaristía y el Espíritu Santo

Abril es el mes dedicado a la Eucaristía y al Espíritu Santo, por ello hoy en Encuentro con tu ángel Hablaremos de estas dos devociones.

La Iglesia intenta santificar el año entero celebrando cada día a los santos o a las fiestas y solemnidades especiales. Pero también a cada mes del año la Iglesia dedica una devoción particular. La elección de esa devoción mensual es hecha en base a algún acontecimiento histórico o alguna celebración litúrgica especial.

Estas devociones surgieron espontáneamente a lo largo de la vida de la Iglesia, y no siempre es posible determinar exactamente la fecha y el lugar de origen. Y esto puede cambiar de un país a otro, dentro de la unidad de la Iglesia respetando la saludable diversidad; especialmente las diferencias culturales del Occidente y del Oriente católicos. En el libro “Oraciones de todos los tiempos de la Iglesia” (EditorialCléofas, 1998) se pueden encontrar oraciones para todas estas devociones.

El mes de abril está dedicado a la Eucaristía y al Divino Espíritu Santo. Casi siempre el día de Pascua cae en abril; e incluso cuando cae en marzo, el periodo pascual de 40 días continúa en abril. La Eucaristía es el centro de la vida de la Iglesia. Ella es el sacrificio de Cristo que se actualiza (se vuelve presente) en el altar, en la celebración de la misa; y alimento (banquete) del cordero que se da como alimento espiritual.

La Eucaristía como sabemos es el cuerpo de Cristo representado en el pan de vida que debe ser comido por todos los creyentes como una muestra de que Jesús vive en nosotros. El sacrificio que Jesús hizo por nosotros en la Cruz es la mayor prueba de amor para con nosotros. La Santísima Eucaristía es el don que Jesucristo hace de sí mismo, revelándonos el amor infinito de Dios por cada hombre. En este admirable Sacramento se manifiesta el amor más grande », aquel que impulsa a dar la vida por los propios amigos.

El Espíritu Santo es el espíritu de Dios que mora en las personas que lo han aceptado como su Señor y Salvador, y cuya función es la de guiar a los creyentes a cumplir los propósitos divinos. Una persona que no tienen al Espiritu Santo en su interior siempre sentirá un vacío que tratara de llenar con cosas materiales o superficiales.

El fuego del Espiritu Santo puede ser apagado o entristecido con el pecado que una persona comete sin permitirle a Dios trabajar en su vida. Por el contrario el Espiritu Santo puede ser avivado con obediencia y confianza a Dios y su palabra.

Y esto es sólo algunos aspectos de la devoción de la Eucaristía y el Espirítu Santo que celebramos en este mes de abril.