San Benito de Palermo; Religioso Franciscano

04 DE ABRIL

Benito Del latín con buen nombre

San Benito de Palermo, también conocido como San Benito el Negro, San Benito el Africano ó San Benito el Moro, nació en Sicilia en el año 1526 cerca de Mesina en San Filadelfio.

Sus padres trabajaron en una plantación, fueron traídos como esclavos desde África. En sus primeros años se ganó la vida como pastor; después recibió la libertad de sus amos y trabajó por su cuenta.

A los veinte años conoció a un grupo de ermitaños que seguían la regla de San Francisco de Asís a los que se unió atraído por las ideas del santo. En 1564 el grupo se disolvió. Benito ingresó en el convento de Santa María de Palermo.

No sabía leer ni escribir; por lo que se le asignó el trabajo de la cocina del monasterio. Desde allí su piedad, su humildad y las curaciones milagrosas que se le atribuyeron le llevaron a ser elegido superior del convento en 1578.
Por tres años Fray Benito guió a su comunidad con sabiduría, prudencia y caridad. Fue nombrado maestro de novicios; finalmente volvió a su primitivo oficio de cocinero. Murió por enfermedad a la edad de 63 años en 1589.

San Benito fue beatificado por el Papa Benedicto XIV (catorce) en 1743 y canonizado en 1807 por el Papa Pio VII (séptimo). Su cuerpo fue encontrado incorrupto cuando fue exhumado pocos años después. Se le considera santo patrón de los Afroamericanos por su paciencia y entendimiento en los enfrentamientos con prejuicios raciales.

Actualmente hay parroquias católicas romanas que llevan su nombre en Estados Unidos: Queens, Nueva York; Chicago, Illinois; Pittsburgh, Pennsylvania; en el norte Omaha, Nebraska y una en el sur Columbus, Georgia. Su devoción está extendida a lo largo de América Latina, desde México hasta Argentina, en especial en Venezuela.