Lectura del día 04 de Abril 2019
Lectura del día 04 de Abril 2019
1ª lectura: Arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo
Lectura del libro del Éxodo 32, 7-14
En aquellos días, el Señor dijo a Moisés:
«Anda, baja de la montaña, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto
se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se postran
ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: “Este es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto”». Y el Señor añadió a Moisés:
«Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra
ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo». Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios:
«¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder
y mano robusta? ¿Por qué han de decir los egipcios: “Con mala intención los sacó, para hacerlos morir
en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra”? Aleja el incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: “Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre.
Entonces se arrepintió el Señor de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.
Salmo: Sal 105, 19-20. 21-22. 23
R. Acuérdate de mí, Señor, por amor a tu pueblo.
En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba. R.
Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el país de Cam,
portentos junto al mar Rojo. R.
Dios hablaba ya de aniquilarlos;
pero Moisés, su elegido,
se puso en la brecha frente a él,
para apartar su cólera del exterminio. R.
Versículo Cf. Jn 3, 16
V: Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito;
todo el que cree en él tiene vida eterna
Evangelio: Hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza
Lectura del santo Evangelio según san Juan 5, 31-47
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:
«Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de
mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí.
Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que
yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la
lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que
yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras
que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.
Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni
visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.
Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio
de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco
y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése si lo recibiréis.
¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene
del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés,
en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió
él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?»