Miedo al futuro - Encuentro con tu ángel

Miedo al futuro

El miedo al futuro

No cabe duda que es muy común que las personas de todo el mundo experimentemos, en mayor o menor medida, cierto grado de incertidumbre a lo que pueda suceder en el futuro, más aún cuando somos expuestos a una serie de información económica, política y social, que expone los riesgos reales a los que la humanidad se enfrenta hoy en día.

Sin embargo, este temor natural a lo que pueda suceder en el futuro, nos puede llevar, por un lado, a tomar medidas sensatas que anticipen o prevengan tiempos malos, pero también, puede convertirse en un miedo exagerado que nos conduzca a deprimirnos y a estresarnos más allá de nuestras propias fuerzas. Por ello, hoy en Encuentro con tu ángel hablaremos del miedo al futuro.

¿Quién de nosotros no ha sentido, en algún momento de su vida, inseguridad por el porvenir? Ya sea por la espera de los resultados de algún estudio médico que busca determinar las causas de un dolor o malestar; o de la posible pérdida del empleo, ante una situación adversa que enfrenta la empresa en la que trabajamos;o de los aumentos de precios en los insumos, o de los posibles cambios climáticos que enfrenta nuestro planeta, etc., etc.

Y no cabe duda que la necesidad de información que la actualidad nos demanda para estar al tanto de los acontecimientos más importantes de nuestro país y el mundo en general, nos lleva también a ser bombardeados por una serie de noticias nada alentadoras: Delincuencia, corrupción, violencia, narcotráfico, conflictos armados, enfermedades, deterioro ambiental, desestabilización económica y una larga lista de interminable de sucesos negativos, hacen cada vez más pesada la carga en nuestros hombros de nuestro porvenir y el de nuestras familias.

Por eso es muy importante la actitud que tomemos ante los posibles problemas que se avecinan. Primero, analizando de una manera sensata y seria las dificultades; y segundo, estableciendo un plan de acción concreto que nos lleve a enfrentarlas de manera positiva. Por ejemplo, si tenemos el temor de contraer en el futuro una enfermedad hereditaria que ha sido padecida por algún familiar nuestro, lo correcto sería y con un médico y que nos recomendara qué hacer para prevenirla o minimizar sus efectos negativos, o ahorrar y planear mejor gastos en tiempos de incertidumbre, o cuidar nuestro trabajo, o cuidar el agua, la luz y el gas, por mencionar algunos ejemplos.

¿Pero, entonces, es posible eliminar el miedo al futuro. O en qué momento este miedo al futuro se convierte en algo irracional o patológico que nos puede llevar a la depresión o a un cambio de conducta anormal que nos haga perder de vista la realidad de las cosas?Una causa podría ser la de dejarnos llevar por noticias amarillistas que en su afán de llamar la atención magnifican los efectos negativos de la problemática actual, o se enfocan en los aspectos más grotescos de las situaciones adversas.

Otra sería que nosotros empecemos a dejar volar nuestra imaginación empezando a pensar solo en lo más desastroso que podría pasar en tal o cual situación. Por ejemplo, ante un resultado médico adverso, ya creemos que la muerte es la consecuencia inminente, sin evaluar los hechos en su totalidad o impedir la ayuda y el cariño de nuestra familia.

Otra manifestación del miedo al futuro podría ser la de estar justificando nuestra mala actitud ante la vida, ya sea al no querer enfrentar los retos o ser indolentes o negligentes en nuestro trabajo, escuela o familia.
Sin embargo, no podemos negar que el futuro verdaderamente se vea incierto, que los problemas lejos de esfumarse, parece que van creciendo en proporción, ya casi no hay noticias buenas en los periodicos y parece que la ambición del hombre por poseer riquezas y poder no tiene freno. Entonces cómo podemos manejar este miedo al futuro sin que se vuelva incontrolable o enfermizo; muy fácil, poniendo nuestros ojos en Dios.

Cuando nuestro Señor Jesucristo se presentó en la historia dela humanidad y comenzó su ministerio terrenal en Nazaret, abriendo el rollo de la Ley en la sinagoga y leyendo el libro del profeta Isaías, manifiesto lo siguiente: “El espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor”. Lucas 4: 18 y 19.

¿Qué significa esto? Significa que SÍ hay buenas noticias, las mejores noticias que el ser humano ha escuchado jamás. Qué Dios decidió enviar a su hijo al mundo para ampliar la perspectiva que el ser humano tiene del futuro y extenderla hasta la eternidad misma. Que Dios, el creador del universo, de la vida y de todas las circunstancias que nos rodean, nos ha venido a adelantar lo que va a pasar en el futuro y la manera en la que El puede bendecir nuestras vidas en el presente.

Recordemos que la palabra Evangelio significa precisamente “Las Buenas Nuevas”. Así como cuando el ángel se les presenta a los pastores y les declara que: “Les he traído nuevas de gran gozo, que serán para todo el pueblo, que os ha nacido hoy en la ciudad de David un salvador que es Cristo el Señor”. Lucas 2: 10 y 11.
Asimismo, Dios ha declarado a lo largo de toda la Escritura que él tiene el control de todo, de los gobernantes, de la maldad, de satanás mismo, y que una persona que vive en obediencia puede estar confiado siempre, independientemente de las circunstancias que estemos enfrentando.

Cuando Jesús dice en el evangelio de Mateo 11:28 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. No se refiere solo al trabajo físico, sino también a todas estas cargas internas que nosotros vamos acumulando por la incredulidad de nuestros corazones.“Porque yo he de satisfacer al alma cansada y he de saciar a toda alma atribulada, dice enJeremías 31:25.

En Mateo 6: 25 y 26, Jesús dice: “Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?

Sin embargo, siempre que la Palabra de Dios es escuchada, El espera que haya una reacción en nosotros, un cambio de conducta, no solo acumular información. Es muy importante exponernos a la palabra, pero de igual forma es importante obedecer.Aquel que no pone en práctica las palabras de Dios no podrá experimentar la transformación.

Esto no quiere decir que de un día para otro amanezcamos con la actitud correcta ante la perspectiva de un futuro incierto, sino que entendamos que esto sólo se logrará si nos ocupamos del área espiritual, así como nos ocupamos de nuestro trabajo, negocio o escuela. Primero es el perdón de nuestros pecados y después la bendición de Dios en nuestro diario andar. Leamos la Biblia, asegurémonos de invitar a Dios a nuestro corazón de una vez y para siempre, oremos sin cesar y confiemos en Dios todos y cada uno de nuestros días.

Y es así, amado radioescucha, que nosotros hemos analizado y meditado en este tema del miedo al futuro, pero como siempre su opinión es indispensable para complementar todo, así que llámenos y compártanos su experiencia: ¿Le tiene miedo al futuro, cómo enfrenta las adversidades quea largo plazo que amenazan su tranquilidad, conoce a alguien con este problema? Márquenosy hablemos del tema: El miedo al futuro.