Cadenas de Oración - Encuentro con tu ángel

Cadenas de Oración

Cadenas de oración

Compartir oraciones en las redes sociales se ha convertido en una costumbre muy común en nuestros días. Claro que esto ya se hacía desde hace mucho tiempo antes, a través de volanteso copias fotostáticas que se dejaban en lugares públicos, invitando a la gente a copiarlos o reproducirlos para hacerlos llegar a otras personas. A esta costumbre se le conoce como “cadenas de oración”. ¿Pero esto es bueno o malo?De ello hablaremos hoy en Encuentro con tu ángel.

¿Alguna vez has recibido o compartido alguna oración que al final diga: “Si la compartes a diez personas más recibirás una buena noticia” o “Si no la compartes te perderás de una gran bendición”, o algo por el estilo? A este tipo de mensajes se les conoce como cadenas de oración, y son realmente muy populares en la actualidad porque aparentemente buscan transmitir mensajes espirituales a la gente.

Pero, a la luz de la Biblia y de la doctrina de la iglesia católica que hemos aprendido durante estos años, sabemos de lo importante que es el tomar con seriedad la palabra de Dios y sus enseñanzas. Obviamente las oraciones son una gran bendición porque nos alientan a rezar o nos dan esperanza cuando estamos pasando por diversos problemas.

Pero, lo delicado de este tipo de mensajes religiosos entre comillas, es que mezcla ideas esotéricas de una forma muy sutil y aparentemente buena. Sin embargo, el hacerle pensar a la gente que recibe estas cadenas, que con sólo hacer un click en su computadora recibirá bendiciones que Dios nunca ha prometido realizar de esa forma, es una manera de adulterar la sana doctrina y de hacer tropezar a otros con este tipo de ideas.

A lo largo de estos años en el programa de Encuentro con tu ángel, hemos aprendido que el camino que Dios establece para seguirlo es un camino que requiere de un compromiso muy serio: En Mateo 7: 13 y 14, Jesús dice: Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

La muerte de nuestro Señor Jesucristo en la Cruz del Calvario, fue un sacrificio muy fuerte que El hizo para salvarnos de la consecuencia de nuestros pecados, y aunque Dios regala esta salvación a todas las personas que lo invitan a vivir a su corazón, requiere de un compromiso muy profundo de dejarsetransformar para poder ser instrumentos de salvación a otras personas.

Si nosotros queremos saber con seguridad si una actividad religiosa es correcta o no, podemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Está abalada por nuestro sacerdote? ¿Es una actividad planeada por la iglesia local a la que pertenecemos? ¿Tiene un sustento Bíblico? Esto es muy importante porque, aunque nos parezca increíble, nuestra naturaleza humana corrompida también tiene un lado seudo espiritual, que nos hace caer en el orgullo de ignorar la guía y el consejo de nuestras autoridades religiosas, o de buscar atajos que sin sacrificio nos hagan pensar que estamos haciendo un bien.

Dice en Proverbios 28:9, “El que aparta su oído para no oír la Ley, su oración también es abominable”. Esto quiere decir que para que nuestras oraciones sean escuchadas por Dios debe haber en nosotros un genuino amor por su Palabra, que no solo se trata de andar aventando oraciones a diestra y siniestra, sin hacerle ver a la gente lo importante que es también el escuchar a Dios a través de la lectura de la Biblia.

Y no sólo eso, sino que también, muchas veces en este tipo de cadenas de oración se mezclan religiones orientales o pensamientos humanos que hacen literalmente a un lado el compromiso con Dios y su Iglesia. Por eso categóricamente podemos establecer que las cadenas de oración no son correctas, que si le queremos compartir una oración, avalada por la Iglesia, a alguien de quien desconocemos si asiste a misa con regularidad, debemos de hacerle ver también lo importante que es formar parte de la familia de Dios, confesándose y comulgando regularmente.

Y esto es solo un pequeño preámbulo de lo que podemos decir de las cadenas de oración, por eso su participación es lo que nos complementa y enriquece. Si usted tiene algo qué opinar al respecto llámenos y hablemos juntos de “Las cadenas de oración”.
Elaboró: Juan Carlos Torales
Fuente: La Biblia

, que la relación que Dios busca establecer con nosotros se puede hacer tiene la obligación de bendecirnos si las compartimos
Uno de los pecados más difíciles de identificar en nuestra naturaleza humana, son aquellos que están disfrazados de una espiritualidad aparente.