San Agustín - Encuentro con tu ángel

San Agustín

San Agustín, Obispo de Hipona y Doctor de la Iglesia

28 DE AGOSTO

Agustín. Del latín de la familia de Augusto: el venerado.

Agustín nació el 13 de noviembre del 354 en Tagaste; África. Su padre se llamó Patricio y su madre fue Santa Mónica, puesta por la iglesia como ejemplo de mujer cristiana. Ella enseñó a Agustín y a sus hermanos los principios básicos en la fe.

Agustín fue dotado de una gran imaginación y de una extraordinaria inteligencia; por eso sus padres lo enviaron a Cártago donde estudió filosofía, literatura y oratoria. Desarrolló una irresistible atracción hacia el teatro. Le gustaba ser el centro de atención, recibir halagos y la fama, que encontró fácilmente en aquellos primeros años de su juventud.

Allí mismo en Cártago se destacó por su genio retórico, sobresalió en concursos poéticos y certámenes públicos. En esa etapa de su vida se dejó llevar ciegamente por las pasiones humanas y mundanas, fue mujeriego pero no abandonó sus estudios, especialmente los de filosofía.

A los 17 años se enfermó gravemente. Ante el temor a la muerte, se instruyó acerca de la religión y buscó su conversión al catolicismo, pero cuando sanó abandonó su propósito de hacerlo.

Adoptó las creencias y prácticas de la secta Maniqueista, que afirmaba que el mundo no lo había hecho Dios, sino el Ángel del mal. Sumido en una gran frustración personal, en el año 383 decidió partir para Roma. Su madre lo quiso acompañar, pero Agustín la engañó y la dejó.

En Milán asistió a las celebraciones litúrgicas del Obispo Ambrosio; quedó admirado de sus predicaciones y su corazón. Entonces Agustín, rompió definitivamente con el maniqueísmo. Su madre que viajó a Italia para seguirlo, se lleno de felicidad cuando recibió la noticia.

En el año 386 se consagró al estudio formal del cristianismo. Renunció a su cátedra; se retiró con su madre y unos compañeros a Casiciaco, cerca de Milán, donde se dedicó por completo al estudio, a la meditación y oración, como preparación para su bautismo.

El 23 de abril del 387, a los treinta y tres años de edad, Agustín fue bautizado en Milán por el Obispo Ambrosio. Ya bautizado, regresó a África, pero antes de embarcarse, su madre Mónica murió.

Cuando llegó a Tagaste; vendió todos sus bienes. Todas las ganancias de la venta las repartió entre los pobres. En el año 391 viajó a Hipona, donde poco tiempo después, se ordenó sacerdote.

En el año 395 fue consagrado Obispo de Hipona. Organizó la casa en la que vivía con una serie de reglas y la convirtió en un monasterio en el que sólo se admitía a los que aceptaban vivir bajo la Regla escrita por Agustín; que estaba basada en la sencillez de vida. Fundó también una rama femenina.

Como Obispo, Agustín fue muy caritativo, ayudó a los pobres, predicó en muchos lugares, resolvió los problemas más diversos que le presentaban sus fieles, escribió incansablemente, más de 60 obras muy importantes para la Iglesia como “Confesiones” y “Sobre la Ciudad de Dios”.

Defendió con celo y eficacia la fe católica contra las herejías. Participó en los Concilios regionales de: Hipona del año 393, el tercero de Cartago del año 397 y el cuarto de Cartago del 419.

El Obispo Agustín murió en Hipona el 28 de agosto del año 430 a los 76 años de edad, 40 de los cuales vivió consagrado al servicio de Dios. Su cuerpo, en fecha incierta, fue trasladado a Cerdeña y, hacia el 725, a Pavía, a la basílica de San Pedro donde actualmente se encuentra.