SAN JOSE MARIA RUBIO Y PERALTA, APOSTOL DE MADRID.

02 DE MAYO

José María  de origen español. “Al que Dios engrandece y pleno de gracia”

José María Rubio Peralta nació en Dalias, Almería; España el 22 de julio de 1864.  Fue el mayor de trece hermanos. Sus padres fueron agricultores  y se llamaron  Francisco Rubio y Mercedes Peralta.

José María vivió una infancia de tradicional marco religioso.  Ingreso en el seminario de Almería, en el que cursó las Humanidades y un año de Filosofía. En el seminario de Granada estudio cuatro años de Teología y uno más de Filosofía.

Allí lo apadrino y  protegió el profesor canónigo Joaquín Torres Asensio. Mas tarde José María fue trasladado a la capital de Madrid donde estudio el quinto de Teología y donde obtuvo la licenciatura en esta materia.  El doctorado en Derecho Canónico lo recibió en Toledo.

Se ordenó Sacerdote y celebró su primera misa en el altar de la conversión de San Luís Gonzaga de la entonces catedral de San Isidro de Madrid, el 12 de octubre 1887.

En esa diócesis  trabajó por tres años;  en un poblado llamado Chinchón y fue  párroco en Estremera de 1889 a 1890. En ambos pueblos se destacó por su  austeridad de vida, la catequesis de niños y el servicio a los más pobres.

Su apostolado sacerdotal se baso en  reconciliar penitentes en el confesionario, a la predicación del evangelio de forma sencilla, a la atención pastoral y social en los barrios más pobres de Madrid y a la formación de seglares para que actuaran como cristianos en la familia, en su profesión y en la sociedad.

El padre José María fue profesor de Seminario, notario de la Curia y Capellán de las Monjas Bernardas. Siempre practicó una profunda vida espiritual, alimentada sobre todo en el amor a la Eucaristía y en la devoción al Corazón de Jesús.

Murió en Madrid, el 2 de mayo de 1929, sentado en una butaca. Fue beatificado por San Juan Pablo II en Roma;  el 6 de octubre de 1985 y canonizado en Madrid por el mismo santo el 4 de mayo de 2003.