San Conrado.

26 DE NOVIEMBRE

Conrado. Del germánico consejo del audaz.
Perteneció a la gran familia de los güelfos. Fue el segundo hijo del conde Enrique de Altdorf, quien fundó la abadía de Weingarten, en Würtemberg, que todavía existe.

Conrado hizo sus estudios eclesiásticos en la escuela catedralicia de Constanza. Poco después de su ordenación sacerdotal, fue nombrado rector de la catedral.
En el año 934, a la muerte del obispo, fue elegido para sucederle. San Ulrico, obispo de Augsburgo, favoreció su elección, solía visitarle frecuentemente, y llegó a unirlos una amistad muy íntima.

San Conrado, que había renunciado a todo lo que no fuese Dios, cambió a su hermano sus posesiones por unas tierras próximas a Constanza. Con sus rentas construyó y dotó tres hermosas iglesias en honor de San Mauricio, San Juan Evangelista y San Pablo, restauró muchas otras y repartió el resto de sus bienes entre su diócesis y los pobres.
En aquella época eran muy frecuentes las peregrinaciones a Jerusalén. San Conrado visitó tres veces los Santos Lugares y supo hacer de sus viajes verdaderas peregrinaciones de penitencia y devoción.

San Conrado es representado con un cáliz y una araña. La razón es la siguiente: Un día de Pascua, mientras celebraba la misa, una araña cayó en su cáliz. Entonces se creía que todas las arañas, o por lo menos la mayoría, eran venenosas; sin embargo, san Conrado se tragó la araña por devoción y respeto a los santos misterios, y ello no le hizo ningún daño.

Murió en el año 975 con más de cuarenta años de episcopado,; fue canonizado en el año 1123, en el I Concilio de Letrán.
San Conrado se mantuvo alejado de la política, sin embargo, consta que acompañó al emperador Otón I (Primero) a Italia en el año 962.