Bernardo de Menthon; ayudante de los alpinistas y viajeros

15 DE JUNIO

Bernardo nació en el 923, probablemente en el castillo Menthon, cerca de Annecy; Savoya. Fue descendiente de una rica familia aristocrática; de la cual, recibió una esmerada educación.
Rechazó contraer un matrimonio honorífico propuesto por su padre y decidió consagrarse al servicio de la Iglesia. Se puso bajo la dirección de Pedro, Archidiácono de Aosta, con quien Bernardo progresó rápidamente; ya que fue ordenado sacerdote a muy temprana edad.

Hacia el 966 fue ordenado Archidiácono de Aosta por su sabiduría y virtudes. A partir de ahí se hizo cargo del gobierno de la diócesis, secundando al Obispo. Se dio cuenta de la ignorancia e idolatría que aún imperaban entre los pueblos de los Alpes, por lo que se dedicó de entero a la conversión de los mismos.

Por 42 años el Padre Bernardo predicó el Evangelio a esos pueblos, llevando la fe incluso a algunos cantones de Lombardía, donde logró numerosas conversiones y obró varios milagros. Por su paso de un pueblo al otro atravesó caminos muy peligrosos de los Alpes Peninos, desde el valle de Aosta hasta el cantón suizo de Valais.

Este paso está cubierto por nieves permanentes de siete a ocho pies, equivalentes a 2 y 2.4 metros, y a veces hasta de cuarenta pies de altura. Aunque el paso era en extremo peligroso, especialmente en primavera a raíz de las avalanchas, no obstante era utilizado por peregrinos franceses y germanos camino a Roma.

Para comodidad y protección de los viajeros, el padre Bernardo fundó hacia el año 962 un monasterio y hospedaje en el punto más alto del paso, a 8.000 pies equivalentes a 2.400 metros, aproximadamente sobre el nivel del mar.
Algunos años más tarde estableció otro hospedaje en el Pequeño San Bernardo, un monte de los Grandes Alpes, de 2.160 metros, sobre el nivel del mar. Ambos fueron puestos a cargo de monjes agustinos, luego de conseguir la aprobación pontificia en una visita a Roma.

La última obra en la vida del padre Bernardo fue la reconciliación de dos nobles cuyo antagonismo amenazó en convertirse en una situación fatal. San Bernardo murió en Novara, en el 1008. Fue sepultado en el convento de Saint Lawrence. Venerado como santo desde el Siglo XII en varios lugares del Piemonte: Aosta, Novara y Brescia. Fue canonizado hasta 1681, por el Papa Inocencio XI (once).

Nombrado el ayudante de los alpinistas y viajeros por los múltiples hospedajes que dejo y que son famosos por su generosa hospitalidad extendida a todos los viajeros que pasan por el Gran y el Pequeño San Bernardo. En todas las estaciones del año, pero especialmente durante las duras tormentas de nieve, los heroicos monjes acompañados por sus bien entrenados perros, salen en busca de víctimas que podrían sucumbir a la dureza del clima.

Les ofrecen comida, ropa, y refugio a los desafortunados viajeros que corren peligro de muerte. Los monjes dependen de donaciones y colectas para sustentarse. Actualmente, la Orden consta de unos cuarenta miembros, la mayoría de lo cuales vive en los hospedajes mientras algunos viven con vecinos del lugar.