Salmo 37 - Encuentro con tu ángel

Salmo 37

Salmo 37

LA SUERTE DEL JUSTO Y DEL MALVADO

Este poema «didáctico» es una respuesta a la «indignación» de los justos (vs. 1, 7-8), que no pueden comprender por qué prosperan los impíos, mientras ellos son despreciados y viven en la aflicción. La única solución de este enigma es la confianza en los secretos designios de la sabiduría divina, que concede a los impíos una prosperidad efímera, pero que al fin pone las cosas en su lugar: la justicia de los buenos brillará como la luz (v. 6), y los impíos recibirán su castigo (v. 9). El estilo del Salmo es sentencioso, y su estructura «alfabética» hace que las ideas se sucedan bastante libremente, no sin algunas repeticiones.

El tema de este Salmo es tratado en forma bastante similar en los Salmos 49; 73.

1 De David.
Alef No te exasperes a causa de los malos,
ni envidies a los que cometen injusticias,
2 porque pronto se secarán como el pasto
y se marchitarán como la hierba verde.

Bet 3 Confía en el Señor y practica el bien;
habita en la tierra y vive tranquilo:
4 que el Señor sea tu único deleite,
y él colmará los deseos de tu corazón.

Guímel 5 Encomienda tu suerte al Señor,
confía en él, y él hará su obra;
6 hará brillar tu justicia como el sol
y tu derecho, como la luz del mediodía.

Dálet 7 Descansa en el Señor y espera en él;
no te exasperes por el hombre que triunfa,
ni por el que se vale de la astucia
14c para derribar al pobre y al humilde.

He 8 Domina tu enojo, reprime tu ira;
no te exasperes, no sea que obres mal:
9 porque los impíos serán aniquilados,
y los que esperan al Señor, poseerán la tierra.

Vau 10 Un poco más, y el impío ya no existirá;
si buscas su casa, ya no estará;
11 pero los humildes poseerán la tierra
y gozarán de una gran felicidad.

Zain 12 El malvado urde intrigas contra el justo,
y al verlo, rechinan sus dientes;
13 pero el Señor se burla de él,
sabiendo que se le acerca la hora.

Jet 14 Los impíos desenvainan la espada
y tienden sus arcos para matar al justo;
15 pero su espada les atravesará el corazón
y sus arcos quedarán destrozados.

Tet 16 Vale más la pobreza del justo
que las grandes riquezas del malvado:
17 porque los brazos del impío se quebrarán,
pero el Señor sostiene a los justos.

Iod 18 El Señor se preocupa de los buenos
y su herencia permanecerá para siempre;
19 no desfallecerán en los momentos de penuria,
y en tiempos de hambre quedarán saciados.

Caf 20 Pero los malvados irán a la ruina,
y los enemigos del Señor pasarán
como la hermosura de los prados,
se disiparán más pronto que el humo.

Lámed 21 El impío pide prestado y no devuelve,
el justo, en cambio, da con generosidad;
22 los que el Señor bendice, poseerán la tierra,
y los que él maldice, serán exterminados.

Mem 23 El Señor asegura los pasos del hombre
en cuyo camino se complace:
24 aunque caiga no quedará postrado,
porque el Señor lo lleva de la mano.

Nun 25 Yo fui joven, ahora soy viejo,
y nunca vi a un justo abandonado,
ni a sus hijos mendigando el pan;
26 él presta siempre con generosidad
y su descendencia será bendecida.

Sámec 27 Aléjate del mal, practica el bien,
y siempre tendrás una morada,
28 porque el Señor ama la justicia
y nunca abandona a sus fieles.
Ain Los impíos serán aniquilados
y su descendencia quedará extirpada,
29 pero los justos poseerán la tierra
y habitarán en ella para siempre.

Pe 30 La boca del justo expresa sabiduría
y su lengua dice lo que es recto:
31 la ley de Dios está en su corazón
y sus pasos no vacilan.

Sade 32 El malvado está al acecho del justo
con la intención de matarlo,
33 pero el Señor no lo abandona en sus manos
ni deja que lo condenen en el juicio.

Cof 34 Espera en el Señor y sigue su camino:
40b él te librará de los impíos;
34b te honrará con la posesión de la tierra
y tú mismo verás la ruina de los malos.

Res 35 Yo vi a un impío lleno de arrogancia,
que florecía como un cedro frondoso;
36 pasé otra vez, y ya no estaba,
lo busqué, y no se lo pudo encontrar.

Sin 37 Observa al inocente, fíjate en el bueno:
el que busca la paz tendrá una descendencia;
38 pero los pecadores serán aniquilados
y su descendencia quedará extirpada.

Tau 39 La salvación de los justos viene del Señor,
él es su refugio en el momento del peligro;
40 el Señor los ayuda y los libera,
los salva porque confiaron en él.