Las groserías - Encuentro con tu ángel

Las groserías

Las groserías / Las palabras vulgares

Como lo hemos estudiado ya en otras ocasiones, las palabras que utilizamos en nuestro lenguaje tienen el poder de edificar, aconsejar o alentar, así como el poder de destruir, desalentar o insultar a cualquiera. Los chismes, las mentiras, las calumnias, etc., han sido en muchos casos la semilla de destrucción para matrimonios, familias, amistades y la sociedad en general. Pero en esta ocasión, en Encuentro con tu ángel, hablaremos de un tipo de lenguaje que, desafortunadamente, todos conocemos y que hemos utilizado, en mayor o menor medida, nos referimos a las palabras vulgares.

Las palabras vulgares son conocidas también como malas palabras, groserías, palabras altisonantes, lenguaje prosaico, de doble sentido, albures, palabrotas, leperadas o vulgaridades. Las palabras vulgares son diferentes formas de insultar, ridiculizar o hacer mofa de cualquier persona o situación, de una manera por demás denigrante, que corrompe la educación, la santidad y el respeto más básico que el ser humano debería de manifestar a su prójimo.

Decir palabras vulgares para una persona que no conoce a Dios es algo que, hasta cierto punto, es comprensible, aunque de ninguna manera aceptable, porque sabemos que si Dios no llena una vida, entonces es el mundo o el diablo, quien toma ese lugar. Pero que un católico o alguien que se dice católico, use palabras vulgares, es motivo de vergüenza para la Iglesia, para Dios, para sus hijos y para toda la sociedad que observa las vidas de aquellos que se manifiestan como bautizados y miembros del cuerpo de Cristo.

De hecho, el quitar las palabras vulgares de nuestro vocabulario es una de las primeras manifestaciones de una vida transformada, el entender que cuando Dios entra a vivir a un corazón, es él el que ahora actúa en nosotros y nos limpia de toda maldad. Un católico que usa palabras vulgares deja serias dudas de su salvación y de su comunión con Dios, y se convierte en piedra de tropiezo para otros que lo ven como un hipócrita que solo aparenta ser algo que sus palabras niegan.

El usar palabras vulgares para referirse a la belleza física de un hombre o de una mujer, el hacer juegos de palabras o chistes que denigren la sexualidad, que enaltezcan las prácticas más bajas, promiscuas, infidelidades, racistas, vicios, etc., etc., son un verdadero cáncer social que programa a quienes las dicen y las oyen, y en especial a los niños, a pensar que todos estos pecados no tienen importancia y que hasta so graciosos, y es el Diablo el que verdaderamente se carcajea de nosotros, mientras que el Espíritu Santo que mora en nuestro interior se entristece y apaga con ellas.

En México por ejemplo, el albur es considerado por la gente culta y los medios de comunicación en general,como un arte y un componente esencial de nuestras raíces y cultura, y esto no es más que un síntoma de como el maligno ha ido ganando terreno al ir ampliando su campo de acción al hacernos creer esta terrible mentira, y querer taparle la boca a Dios, quien a lo largo de toda su Palabra, nos suplica que abandonemos estas prácticas vulgares.

Papás y mamás que acostumbran decir groserías frente a sus hijos como una forma habitual de hablar, que cuentan o se ríen de los chistes vulgares e instan a sus hijos a hacerlo, que insultan a los automovilistas con palabras denigrantes cuando llevan a los niños a la escuela o van de paseo, que ven películas, obras de teatro o revistas donde el lenguaje vulgar no tiene freno, que les permiten a sus hijos tener acceso a internet sin ninguna restricción y vigilancia,que no los corrigen cuando usan un lenguaje vulgar, etc. etc., no se extrañen de que sus hijos, cuando van creciendo, no les interese saber nada de Dios, que cometan errores como empezar una vida sexual a temprana edad, que adquieran vicios, que no respeten a las mujeres o a sus amistades, que se conviertan en una mala influencia para otros, que sus proyectos escolares o matrimoniales no perduren, etc., etc.,

Como vemos esto es algo muy serio, por lo mismo ponemos mucho énfasis en ello, así que a continuación daremos una citas bíblicas para que, si es posible, hasta las memoricemos, para que cuando tengamos la tentación de usar alguna palabra vulgar, sea la palabra de Dios la que nos llene y nos transforme:

«El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca.» Lucas 6: 45.
«Los malos compañeros echan a perder las buenas costumbres.» Primera de Corintios 15: 33.
“Yo les digo que, en el día del juicio, los hombres tendrán que dar cuenta hasta de cualquier palabra difamatoria. Tus propias palabras te justificarán, y son tus palabras también las que te harán condenar”. Mateo 12: 36 y 37.

«Ustedes deben portarse como corresponde al pueblo santo: ni siquiera hablen de la inmoralidad sexual ni de ninguna otra clase de impureza o de avaricia. No digan indecencias ni tonterías ni vulgaridades, porque estas cosas no convienen; más bien alaben a Dios.» Efesios. 5: 3 y 4.

«Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno.» Colosenses 4: 6.

«No digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y traigan beneficios a quienes las escuchen.» Efesios 4: 29.

«Pero ahora dejen todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los insultos y las palabras indecentes.» Colosense 3: 8.
«Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad.» Efesios. 4: 23-24.

Como podemos notar, en la Biblia encontramos lasana corrección a nuestra manera desviada de hablar. Seamos coherentes y permitámosle a Dios transformar nuestro lenguaje.Y ahora querido radioescucha nos gustaría conocer qué piensa al respecto de las groserías. ¿Usted antes las decía y ahora no? ¿O las dice cuando está enojado y no se puede controlar? Llámenos y comparta su experiencia sobre este tema.