La Soledad - Encuentro con tu ángel

La Soledad

Soledad

La soledad puede ser considerada como el problema emocional más común del ser humano a nivel mundial, y una de las principales razones de sufrimiento y depresión. Por ello hoy en Encuentro con tu ángel hablaremos de la soledad.

La soledad es una experiencia que la mayoría de las personas han experimentado en algún momento de sus vidas; provocando un dolor interno, un vacío, y un sentimiento de insatisfacción total. Este estado emocional puede desaparecer en poco tiempo o durar toda una vida. Lo delicado de estasituación es que si el sentimiento de soledad no es confrontado en forma realista y adecuada, entonces pueden desarrollarse actitudes dañinas, las cuales afectaran muchas áreas de la persona que la padece.

La soledad puede experimentarse aun cuando se esté rodeado de otras personas, porque uno puede sentirse rechazado o incomprendido. Frecuentementecon la soledad se dan sentimientos de tristeza, desánimo, desasosiego y ansiedad, acompañados de un gran vacío. La soledad también la puede sentir un hombre rodeado de su familia, un hombre viudo, una madre soltera, un joven aislado de su familia, un anciano abandonado por sus hijos, etc.

También hay experiencias que pueden conducirnos directamente a la soledad: la muerte de un familiar cercano, un divorcio, el rompimiento de un compromiso matrimonial, el tener que ir a vivir fuera del país dejando a toda la familia. Y también suele ocurrir como resultado del alejamiento de la persona con Dios y la iglesia.

Existe a la par de la soledad un intenso deseo de salir de esta condición, pero a menudo la persona solitaria se siente frustrada e incapaz de iniciar, continuar o experimentar una relación estrecha con alguien. Por el contrario algunas veces, el sentimiento de desesperanza genera un fuerte deseo de tener cualquier clase de relación con alguien, para ver si así se termina con ese terrible dolor de su soledad involuntaria. La soledad es dolorosa, incómoda, y enfermiza.

Los diversos tipos de soledad son:
La soledad transitoria o situacional. Esta puede durar desde un minuto hasta unos pocos meses. Puede darse por cambio de trabajo, universidad, mudanza, etc.

La soledad crónica o persistente. Esta puede provenir de la timidez de la persona, de una baja autoestima, de una auto-condenación, o de una conducta social poco sensible, de manera que los demás se alejan de dicha persona.
La soledad extrema. Donde la persona no tiene ningún familiar o ha sido abandonada. Huérfanos, ancianos, gente en situación de calle, enfermos sin atención ni cuidados, etc.

La soledad natural: En otras ocasiones se puede estar solo, pero no sentir ningún sentimiento de soledad. O que esta soledad sea el estado en el que la persona disfrute vivir.

La Biblia menciona a varios personajes que sintieron soledad como Moisés, Job, Nehemías, Elías, Jeremías y David. En el Salmo 25 David expresa su soledad a Dios diciendo: “Mírame y ten misericordia de mi porque estoy solo y afligido”. Jesús se sintió solo en Getsemaní. El apóstol Pablo también experimentó la soledad cuando estuvo preso y escribió a su amado amigo Timoteo.

En la Biblia en repetidas ocasiones se percibe el énfasis que hace en cuanto a la necesidad del hombre de tener comunión con Dios y con el prójimo. Nos insta a amarnos, ayudarnos y animarnos unos a otros. Una creciente relación con Dios y con los que nos rodean es la mejor plataforma para empezar a solucionar el problema de la soledad en nuestra vida.

Algunos consejos prácticos para enfrentar la soledad son.

1. Tomar la iniciativa. Dar el primer paso para salir de este estado emocional. Si no se hace, se quedara en la condición de soledad. Enfrentar la realidad y tomar la responsabilidad por su condición. Si se niega la responsabilidad y se culpa a otras personas, circunstancias o ambiente, la perspectiva de alivio será mínima. Dejar de echar la culpa y confrontar el problema. Existe la esperanza de resolver este inconveniente cuando personalmente se acepta esto, y reconocer que nadie más que uno es responsable de crear las condiciones para el cambio.

2. Dejarse transformar por Dios. Sentirse solo tiene un origen espiritual, permitir que el Espíritu Santo nos llene y haga una limpieza profunda en nuestras vidas es la clave. Examinar a diario nuestro corazón para no guardar nadaque con el tiempo entristezca o apague al Espíritu de Dios. Los propósitos de Dios son buenos para con sus hijos. Debemos ser justos delante de Dios antes de ser justos con nosotros mismos y con otros. Confiese a Dios lo que hay en su corazón, Él en su amor y misericordia lo perdonará y le dará el gozo y la paz que necesita.

3. Apropiar del perdón de Dios. Un regalo no llega a ser nuestro hasta que nos adueñamos de él. Dios gratuitamente nos ofrece el perdón de todos nuestros pecados, el hecho de aceptar su perdón es muy importante en la restauración de la vida emocional. Dios nos perdona cuando confesamos nuestros pecados, de la misma manera nosotros debemos perdonarnos a nosotros mismos

4. Descargue en Dios todas sus preocupaciones. Saque de su vida toda la carga pesada que lleva y póngala en las manos del único que puede llevarlas. Sea abierto y honesto con Dios. Dígale a él exactamente cómo se siente. Busque personas católicas entregadas en quien se pueda confiar. Comparta sus cargas, sentimientos y fracasos y sus alegrías. Una carga compartida siempre es más liviana.

5. La aceptación de las circunstancia traerá paz a su vida. No puede cambiar las circunstancias, porque están más allá de su control, usted es responsable sólo por las cosas que están bajo su control. Pero lo que si puede y debe hacer es cambiar sus actitudes internas hacia las circunstancias. De acuerdo con sus acciones presentes, puede modificar el futuro. Una vez que acepte esa circunstancia como la voluntad de Dios, podrá experimentar la victoria y paz del Señor.
6. Cultive buenas amistades. Una buena amistad estable, es uno de los regalos más preciados que la vida pude ofrecer. Los amigos son una de las barreras más efectivas contra la soledad.

7. Evite la tendencia a despreciarse a sí mismo. Esto puede ser la causa y el resultado de su soledad. Es más vulnerable a sentirse sola la persona que tiene un concepto muy bajo de sí mismo. La Biblia nos enseña a valorarnos. Debemos cuidarnos de no devaluar lo que Dios ha valorado tanto al grado de sacrificar a su Hijo por usted. Usted vale mucho para Dios.

La soledad puede desaparecer si se reconoce que Dios siempre está a nuestro lado para acompañarnos y ayudarnos, y que Él puede restaurar nuestra vida emocional para cultivar buenas relaciones con otras personas. Ahora le pedimos a usted querido radioescucha que nos comparta sobre este tema tan importante de la soledad.