El Rumor - Encuentro con tu ángel

El Rumor

El rumor

Seguramente todos nosotros, en algún momento de nuestra vida, hemos sido víctimas de algún rumor que se dijo de nuestra persona, o tal vez nosotros mismos fuimos los que generamos una falsa información de alguien, o contribuimos a dispersar algo que se dijo sin fundamentos de otra persona. Por ello, hoy en encuentro con tu ángel, hablaremos de lo destructivo del rumor.

En la carta de San Santiago capítulo 2 versículos del 2 al 12 dice: “El que no peca en palabras es un hombre perfecto de verdad, pues es capaz de dominar toda su persona. Poniendo un freno en la boca del caballo podemos dominarlo, y sometemos así todo su cuerpo. Lo mismo ocurre con los barcos: con un pequeño timón el piloto los maneja como quiere, por grandes que sean, aun bajo fuertes vientos.

Así también la lengua es algo pequeño, pero puede mucho; vean cómo una llama devora bosques. La lengua es un fuego, y es un mundo de maldad; rige nuestro organismo y mancha a toda la persona: el fuego del infierno se mete en ella y lo transmite a toda nuestra vida.

Animales salvajes y pájaros, reptiles y animales marinos de toda clase han sido y de hecho son dominados por la raza humana. Pero nadie ha sido capaz de dominar la lengua. Es un azote que no se puede detener, un derrame de veneno mortal. Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre y con ella maldecimos a los hombres, hechos a imagen de Dios.

De la misma boca salen la bendición y la maldición.Hermanos, esto no puede ser así. ¿Es que puede brotar de la misma fuente agua dulce y agua amarga? La higuera no puede producir aceitunas ni la vid higos, y lo salobre no dará agua dulce”.

En este pasaje se nos está confrontando al hecho de que nuestras palabras, nuestra forma de hablar, de lo hablamos y con quien lo hacemos, deja ver claramente nuestra condición espiritual, y deja ver nuestra obediencia a Dios, y deja ver que tan real es nuestro amor al prójimo.

Seguramente San Santiago habló de esto a los integrantes de su iglesia, porque era un tema muy importante en aquella época, y es un tema muy importante en nuestra época. Lo serio que es ante los ojos de Dios el mal uso de nuestras palabras, es un aspecto que los creyentes de todos los tiemposdebemos escuchar.Era un problema en la iglesia de San Santiago y seguramente es un problema en todas iglesias hoy en día.

Santiago también dice en el capítulo1 versículo26. “Si alguno se cree muy religioso, pero no refrena su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no vale”. Más claro y directo no lo podría decir. No importa cuántas veces digamos que vamos a la iglesia, ni cuanta oración digamos que hacemos, o cuánto digamos que leemos la Biblia; con sólo escuchar la forma en la que manejamos nuestras palabras,podemos darnos cuenta si nuestra espiritualidad es genuina o solo una falsa máscara.

Y según este pasaje de San Santiago la lengua es pequeña pero muy poderosa, así como el timón de un barco o el freno de un caballo, donde la proporción de tamaños es muy contrastante, así también nuestra lengua es pequeña pero su uso tiene efectos muy poderosos.

A lo largo de la historia hemos conocido a hombres y mujeres que han usado sus palabras para modificar el curso de los acontecimientos, hemos visto cómo las palabras de una persona pueden influir ánimo, pasión, valor, aliento, transmitir amor, incluso levantar a una nación derrotada en tiempos de guerra y con las palabrasde algún político o líder militar sepuede cambiar el curso y el ánimo de un país. Hay poetas o filósofos que han dicho cosas que han podido transformar o afectar generaciones de personas, y nuestro propio estado de ánimo.

Pero San Santiago en este pasaje se refiere al uso destructivo de la lengua, y seguramente quería que todos entendiéramos que tenemos una lengua que podemos usar de manera negativa, sin importar nuestra edad sexo o condición económica. Que todos somos responsables de esa lengua y que un día vamos a dar cuentas delante de Dios de nuestras palabras, de lo que dijimos, de quién lo dijimos y los motivos por lo que lo dijimos.

Y que la lengua no solo es capaz de hablar lo bueno, sino de convertir la armonía en caos, de arruinar la reputación de otros, de introducir desánimo, confusión, desaliento, amargura, desobediencia, palabras hirientes, arruinar amistades, familias, trabajos, escuelas, proyectos e iglesias; todo lo puede lograr una lengua fuera de control. Una lengua que no teme a Dios
Y ahora es momento de que usted, querido radioescucha participe con nosotros y nos comente algo de lo que dijimos al inicio:¿ha sido usted víctima de algún rumor sin fundamentos que haya dañado su reputación. O fue usted el que originó esa información equivocada de alguien, o contribuyó a difundirla sin pensar en las consecuencias? Llámenos y comparta con nosotros sobre el tema: Lo destructivo del rumor.