Lectura del día 09 de Abril 2019
Lectura del día 09 de Abril 2019
1ª lectura: Los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirar a la serpiente de bronce
Lectura del libro de los Números 21, 4-9
En aquellos días, desde el monte Hor se encaminaron los hebreos hacia el mar Rojo, rodeando el
territorio de Edón.
El pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés:
«¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos
da náuseas ese pan sin sustancia». El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los
mordían, y murieron muchos de Israel.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:
«Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros
las serpientes». Moisés rezó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió:
«Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán
sanos al mirarla».
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía
a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.
Salmo: Sal 101,2-3. 16-18. 19-21
R. Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti.
Señor, escucha mi oración, que mi grito llegue hasta ti;
no me escondas tu rostro el día de la desgracia.
Inclina tu oído hacia mí;
cuando te invoco, escúchame en seguida. R.
Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión, y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos, y no desprecie sus peticiones. R.
Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R.
Versículo
V: La semilla es la palabra de Dios, t el sembrador es Cristo;
todo el que lo encuentra vive para siempre.
Evangelio: Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que «Yo soy»
Lectura del santo Evangelio según san Juan 8, 21-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros».
Y los judíos comentaban:
«¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: “Donde yo voy no podéis venir vosotros”?». Y él les
dijo:
«Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de
este mundo. Con razón os he dicho que moriréis en vuestros pecados: pues, si no creéis que «Yo
soy», moriréis por vuestros pecados». Ellos le decían:
«¿Quién eres tú?» Jesús les contestó:
«Lo que os estoy diciendo. desde el principio. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros;
pero el que me ha enviado es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él». Ellos no
comprendieron que les hablaba del Padre.
Y entonces dijo Jesús:
«Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, sabréis que «Yo soy», y que no hago nada por mi
cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha
dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada». Cuando les exponía esto, muchos creyeron
en él.