Santa Antonia de Florencia; Abadesa

29 FEBRERO

Antonia de origen latino «Bella como una flor».

Antonia nació en Florencia en el año de 1401. A los 15 años se casó, tuvo un hijo,  y poco después quedó viuda. En atención a las necesidades de su  hijo, aceptó un nuevo matrimonio.

Antonia quedó viuda nuevamente en este segundo matrimonio.  Ya no buscó casarse y cuando su hijo se pudo valer por sí mismo, tomó la decisión de consagrarse a la vida religiosa.

Ingresó en el convento de las Hermanas Terciarias Regulares de San Francisco en San Onofre; Florencia; que fueron  fundadas por la Beata Angelina de Marsciano.

Con su testimonio de vida edificó a sus compañeras religiosas y recibió la estima de sus superiores. Fue enviada a Foligno, al convento de Santa Ana, y luego a Aquila, al convento de Santa Isabel. Allí tuvo como director espiritual a San Juan de Capistrano, quien, junto con San Bernardino de Siena, promovieron la llamada “observancia”.

Antonia sentió la urgencia de una regla más austera, de una pobreza más rígida, de una abnegación más perfecta. Con la aprobación de Nicolás V, y la bendición de San Juan de Capistrano, Vicario general, en el año  de 1447 se retiró con doce compañeras al monasterio del Corpus Domini.

Ahí vivieron la observancia en todo su rigor de la primera regla de Santa Clara. San Juan de Capistrano le encomendó la dirección del monasterio en donde fue considerada modelo del nuevo espíritu “observante” y también de la Segunda Orden, rama femenina franciscana.

Por muchos años la Abadesa Antonia fue superiora modelo, reformadora de las costumbres, ejemplo de virtudes y de obediencia. Sufrió desventuras y calumnias, pero no por ello fue vencida. Murió a la edad de 71 años, el 28 de febrero de 1472. La ciudad de Aquila la veneró como santa desde su muerte.