Salmo 25 - Encuentro con tu ángel

Salmo 25

Salmo 25 (24)

SÚPLICA PARA CONOCER LOS CAMINOS DE DIOS

En medio de la soledad y la aflicción (v. 16), el salmista apela confiadamente a la misericordia divina (v. 6). Su petición se fundamenta en una serie de reflexiones sobre la bondad del Señor, que enseña su camino a los pecadores y a los humildes (vs. 8-9). El artificio «alfabético» -frecuente en los Salmos de tono sapiencial- hace que las ideas se sucedan con bastante libertad, sin una conexión demasiado evidente.

1 De David.

Invocación y profesión de confianza

Alef A ti, Señor, elevo mi alma,
Bet 2 Dios mío, yo pongo en ti mi confianza;
¡que no tenga que avergonzarme
ni se rían de mí mis enemigos!

Guímel 3 Ninguno de los que esperan en ti
tendrá que avergonzarse:
se avergonzarán los que traicionan en vano.

Apelación a la bondad divina

Dálet 4 Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame tus senderos.

He 5 Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador,
Vau y yo espero en ti todo el día.

Zain 6 Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor,
porque son eternos.

Jet 7 No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud:
por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad.

Tet 8 El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados;
Iod 9 él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres.

Caf 10 Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,
para los que observan los preceptos de su alianza.

Lámed 11 ¡Por el honor de tu Nombre, Señor,
perdona mi culpa, aunque es muy grande!

Reflexión sobre el temor de Dios

Mem 12 ¿Hay alguien que teme al Señor?
Él le indicará el camino que debe elegir:
Nun 13 su alma descansará feliz
y su descendencia poseerá la tierra.

Sámec 14 El Señor da su amistad a los que lo temen
y les hace conocer su alianza.

Ain 15 Mis ojos están siempre fijos en el Señor,
porque él sacará mis pies de la trampa.

Insistencia en la súplica

Pe 16 Mírame, Señor, y ten piedad de mí,
porque estoy solo y afligido:
Sade 17 alivia las angustias de mi corazón,
y sácame de mis tribulaciones.

Cof 18 Mira mi aflicción y mis fatigas,
y perdona todos mis pecados.

Res 19 Mira qué numerosos son mis enemigos
y qué violento es el odio que me tienen.

Sin 20 Defiende mi vida y líbrame:
que no me avergüence de haber confiado en ti;
Tau 21 la integridad y la rectitud me protegen,
porque yo espero en ti, Señor.

* * *

22 Salva, Dios mío, a Israel
de todas sus angustias.