Lectura del día 27 de Octubre 2018 - Encuentro con tu ángel

Lectura del día 27 de Octubre 2018

Lectura del día 27 de Octubre 2018

1ª lectura: Cristo es la cabeza, del cual todo el cuerpo se procura el crecimiento
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 7-16

Hermanos:
A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Por eso
dice la Escritura:
«Subió a lo alto llevando cautivos y dio dones a los hombres».
Decir «subió» supone que había bajado a lo profundo de la tierra; y el que bajó es el mismo
que subió por encima de todos los cielos para llenar el universo.
Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelistas, a otros, pastores
y doctores, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación
del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento
del Hijo de Dios, al Hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. Para que ya no
seamos niños sacudidos por las olas y llevados a la deriva por todo viento de doctrina, en la
falacia de los hombres, que con astucia conduce al error; sino que, realizando la verdad en el
amor, hagamos crecer todas las cosas hacia él, que es la cabeza: Cristo, del cual todo el cuerpo,
bien ajustado y unido a través de todo el complejo de junturas que lo nutren, actuando a la
medida de cada parte, se procura el crecimiento del cuerpo, para construcción de si mismo en
el amor.

Salmo: Sal 121, 1-2. 3-4a. 4b-5
R. Vamos alegres a la casa del Señor.

¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R.
Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R.
Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R.

Aleluya Ez 33, 11
R. Aleluya, aleluya, aleluya
No me complazco en la muerte del malvado – dice el Señor -,
sino en que se convierta y viva. R.

Evangelio: Si no os convertís, todos pereceréis lo mismo
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 1-9

En aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre
había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
Jesús respondió:
«¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido
todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho
que murieron sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables
que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis
de la misma manera».
Y les dijo esta parábola:
«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador:
“Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala.
¿Para qué va a perjudicar el terreno?
Pero el viñador respondió:
“Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a
ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”»