Lectura del día 11 Julio 2017
Lectura del día 11 Julio 2017
1ª lectura: Abre tu mente a la prudencia
Lectura del libro de los Proverbios 2, 1-9
Hijo mío, si aceptas mis palabras, si quieres conservar mis consejos, si prestas oído a la sabiduría
y abres tu mente a la prudencia; si haces venir a la inteligencia y llamas junto a ti a la prudencia; si
la procuras igual que el dinero y la buscas lo mismo que un tesoro, comprenderás lo que es temer al
Señor y alcanzarás el conocimiento de Dios.
Porque el Señor concede sabiduría, de su boca brotan saber e inteligencia; atesora acierto para
el,hombre recto, es escudo para el de conducta intachable; custodia la senda del honrado, guarda el
camino de sus fieles.
Entonces podrás comprender justicia, derecho y rectitud, el camino que lleva a la felicidad.
Salmo: Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9. 10-11
R. Bendigo al Señor en todo momento. O bien: R. Gustad y ved que
bueno es el Señor
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escucho y lo salvó de sus angustias. R.
El ángel del Señor acampa en torno a quienes lo temen
y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.
Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que lo temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R.
Evangelio: Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis cien veces más
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 19, 27-29
En aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús:
«En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su
gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a loas
doce tribus de Israel.
Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien
veces más u heredará la vida eterna».