Lectura del día 07 de Noviembre 2020
Lectura del día 07 de Noviembre 2020
1ª lectura: Todo lo puedo en aquel que me conforta
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 10-19
Hermanos:
Me alegré muchísimo en Cristo de que ahora, por fin, haya vuelto a florecer vuestro interés por mi;
siempre lo habíais sentido, pero os faltaba la ocasión. Aunque ando escaso de recursos, no lo digo por
eso; yo he aprendido a bastarme con lo que tengo. Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy avezado en
todo y para todo: a la hartura y al hambre, a la abundancia y a la privación. Todo lo puedo en aquel que
me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mis tribulaciones.
Vosotros, filipenses, sabéis además que, desde que salí de Macedonia y empecé la misión, ninguna
Iglesia, aparte de vosotros, me abrió una cuenta de haber y debe. Ya me mandasteis a Tesalónica, más de
una vez, un subsidio para aliviar mi necesidad; no es que yo busque regalos, busco que los intereses se
acumulen en vuestra cuenta. Tengo lo necesario, y me sobra. Estoy plenamente satisfecho habiendo recibido
de Epafrodito vuestro donativo, que es suave olor, sacrificio aceptable y grato a Dios. En pago, mi Dios
proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús.
Salmo: Sal 111, 1-2. 5-6. 8a y 9
R. Dichoso quien teme al Señor.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R.
Dichoso el que se apiada y presta,
administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo. R.
Su corazón está seguro, sin temor.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad. R.
Aleluya 2 Cor 8, 9
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre
para enriqueceros con su pobreza. R
Evangelio: Si no fuisteis fieles en la riqueza injusta,
¿quién os confiará la verdadera?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 9-15
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:
«Ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho
es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en
lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se
dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero». Los fariseos, que
eran amigos del dinero, estaban escuchando todo esto y se burlaban de él.
Y les dijo:
«Vosotros os las dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, pues lo
que es sublime entre los hombres es abominable ante Dios».