Lectura del día 07 de Mayo 2020 - Encuentro con tu ángel

Lectura del día 07 de Mayo 2020

Lectura del día 07 de Mayo 2020

1ª lectura: Dios sacó de la descendencia de David un salvador: Jesús
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 13, 13-25

Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Juan los dejó
y se volvió a Jerusalén; ellos, en cambio, continuaron y desde Perge llegaron a Antioquía de Pisidia.
El sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la lectura de la Ley y de los Profetas,
los jefes de la sinagoga les mandaron a unos que les dijeran:
«Hermanos, si tenéis una palabra de exhortación para el pueblo, hablad». Pablo se puso en pie
y, haciendo seña con la mano de que se callaran, dijo:
«Israelitas y los que teméis a Dios, escuchad: El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros
padres y multiplicó al pueblo cuando vivían como forasteros en Egipto. Los sacó de allí con brazo
poderoso; unos cuarenta años “los cuidó en el desierto”, “aniquiló siete naciones en la tierra de
Canaán y les dio en herencia” su territorio; todo ello en el espacio de unos cuatrocientos cincuenta
años. Luego les dio jueces hasta el profeta Samuel. Después pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl,
hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, durante cuarenta años. Lo depuso y les suscitó como rey a
David, en favor del cual dio testimonio diciendo: “Encontré a David, hijo de Jesé, “hombre conforme
a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos”.
Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que
llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su
vida, decía: “Yo no soy quien pensáis, pero, mirad, viene uno detrás de mí a quien no merezco
desatarle las sandalias de los pies”».

Salmo: Sal 88, 2-3. 21-22. 25 y 27
R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «La misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R.
Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso. R.
Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder.
El me invocará: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora». R.

Aleluya Cf. Ap 1, 5
Aleluya, aleluya, aleluya.
Jesucristo, eres el testigo fiel,
el primogénito de entre los muertos;
nos amaste y nos has librado de nuestros pecados con tu sangre. R.

Evangelio: El que recibe a quien yo envíe me recibe a mí
Lectura del santo Evangelio según san Juan 13, 16-20

Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que
lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos
vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: “El que compartía
mi pan me ha traicionado.” Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis
que yo soy. En verdad, en verdad os digo: el que recibe a quien yo envíe me recibe a mí; y el que
me recibe a mí recibe al que me ha enviado».