Lectura del día 23 de Septiembre 2018 - Encuentro con tu ángel

Lectura del día 23 de Septiembre 2018

Lectura del día 23 de Septiembre 2018

1ª lectura: Lo condenaremos a muerte ignominiosa
Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20

Se dijeron los impíos:
«Acechemos al justo, que nos resulta fastidioso: se opone a nuestro modo de actuar, nos reprocha las faltas
contra la ley y nos reprende contra la educación recibida.
Veamos si es verdad lo que dice, comprobando cómo es su muerte
Si es el justo es hijo de Dios, él lo auxiliará y lo librará de las manos de sus enemigos.
Lo someteremos a ultrajes y torturas, para conocer su temple y comprobar su resistencia.
Lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues, según, dice Dios lo salvará».

Salmo: Sal 53, 3-4. 5. 6 y 8
R. El Señor sostiene mi vida.

Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder.
Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras. R.
Porque unos insolentes se alzan contra mí,
y hombres violentos me persiguen a muerte, sin tener presente a Dios. R.
Dios es mi auxilio,
el Señor sostiene mi vida.
Te ofreceré un sacrificio voluntario,
dando gracias a tu nombre, que es bueno. R.

2ª lectura: El fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz
Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 16-4, 3

Queridos hermanos:
Donde hay envidia y rivalidad, hay turbulencias y todo tipo de malas acciones.
En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar intachable, y además es apacible,
comprensiva, conciliadora, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial y sincera.
El fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz.
¿De dónde proceden los conflictos y las luchas que se dan entre vosotros? ¿No es precisamente de esos
deseos de placer que pugnan dentro de vosotros? Ambicionáis y no tenéis; asesináis y envidiáis y no
podéis conseguir nada, lucháis y os hacéis la guerra, y no obtenéis porque no pedís.
Pedís y no recibís, porque pedís mal, con la intención de satisfacer vuestras pasiones

Aleluya Cf. 2 Tes 2, 14
R. Aleluya, aleluya, aleluya
Dios nos llamó por medio del Evangelio
para que sea nuestra la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R.

Evangelio: El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba
instruyendo a sus discípulos.
Les decía:
«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a
los tres días resucitará».
Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó
«¿De qué discutíais por el camino?».
Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante.
Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo:
«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».
Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
«El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge
a mí, sino al que me ha enviado».